La profesora Marta Elena Alonso de la Varga ha tomado este lunes posesión de su cargo como Defensora de la Comunidad Universitaria en un acto en el que ha renovado su compromiso con la Universidad de León (ULE) para un segundo mandato de dos años de duración, para el que fue designada en el claustro universitario celebrado el pasado 14 de septiembre de 2012.

El rector de la institución académica, José Ángel Hermida, ha expresado públicamente su felicitación y agradecimiento a la defensora, y ha comentado que su cargo es "uno de los pocos que es elegido directamente por el claustro, lo que confiere a su figura la potencia de ser representante de toda la comunidad universitaria".

Por su parte, De la Varga ha dicho que "la figura del defensor es más necesaria que nunca en estos tiempos que atravesamos y por ello es preciso dotar a la oficina de mayor visibilidad"

De la Varga cursó sus estudios de Veterinaria entre 1985 y 1990 en la ULE; posteriormente realizó su tesis doctoral en el departamento de Producción Animal, donde trabajó en el equipo fundado por Vicente Gaudioso en temas relacionados con el toro de lidia.

Su tesis doctoral trató sobre 'Estudio de las manifestaciones del síndrome de caída en la raza de lidia y su relación con determinados parámetros etológicos y sanguíneos'.

En su trayectoria ha realizado estancias docentes y de investigación en varios centros y universidades extranjeras, y ha participado en más de 20 proyectos de investigación relacionados tanto con el toro de lidia como con la gestión y mantenimiento de especies de caza menor. Marta Elena Alonso en la actualidad es subdirectora del departamento de Producción Animal de la ULE.

La actual defensora sustituyó en enero de 2010 a la alumna María Giganto y se trata de la octava persona que desempeña esta responsabilidad, desde que el 12 de febrero de 1987 fuera Juan María García Campal quien inaugurara la trayectoria con la puesta en funcionamiento de esta figura de forma pionera en España.

El 'Defensor' es elegido por el Claustro, y es una figura que actúa como receptor de las quejas contra el funcionamiento institucional y también como mediador y conciliador de los desacuerdos y enfrentamientos que se puedan producir entre los diferentes sectores de la comunidad universitaria.

Es un cargo "de carácter honorífico", que se renueva cada dos años en el transcurso de una sesión del claustro universitario, según explica la ULE en un comunicado de prensa remitido a Europa Press.