La Plataforma en Defensa del Convento de la Trinidad de Málaga se reunirá el próximo 31 de enero con el objetivo de concretar las medidas para protestar ante la demolición por parte de la Junta de Andalucía de los antiguos pabellones militares junto a este monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC). A priori, el objetivo es volver a solicitar una reunión con el consejero de Cultura y Deporte, Luciano Alonso, y si en el plazo de un mes éste no respondiera, no descartan adoptar otras actuaciones con las que "mostrar el descontento de la ciudadanía, a la que no se ha tenido en cuenta y que, incluso, ha sido engañada".

La demolición, coincidiendo con las pasadas fiestas navideñas, de los pabellones militares situados junto al edificio del antiguo convento de la Trinidad, en el que la Junta prevé instalar una sede del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), ha generado un gran malestar, no sólo entre los colectivos ciudadanos, sino también entre formaciones políticas.

En la reunión del próximo 31 de enero, en el salón de actos de la Federación Malagueña de Peñas 'La Alcazaba', situada en la calle Pedro Molina, se dará a los asistentes información de lo sucedido y se consensuarán las medidas con las que "mostrar nuestro descontento", ha señalado el coordinador de la plataforma, Salvador Jiménez.

"Algo tenemos que hacer porque si no lo hacemos, se van a volver a reír de nosotros; queremos al menos mostrar nuestra indignación", ha manifestado a Europa Press Jiménez, quien ha trasladado que su deseo sería poder reunirse con el consejero de Cultura y que "nos explique directamente qué es lo que ha pasado".

En este punto, ha recordado que la plataforma tiene solicitada ya una reunión formal con el consejero desde el pasado mes de mayo y "ni siquiera se ha dignado a llamarnos ni a citarnos". "La callada por respuesta no es lo mejor", ha advertido, añadiendo que todo este proceso "se ha hecho de mala manera". "Me siento engañado y desatendido y no me siento para nada representado por estos políticos, que sólo se acuerdan de los ciudadanos un día cada cuatro años", ha criticado.

"Se ha pasado de la anterior legislatura en la que nos dijeron que entre todos íbamos a consensuar el uso de los pabellones militares a encontrarnos por sorpresa, en Navidad, con que todos ellos habían sido derribados", ha lamentado Jiménez, quien, como ha reconocido, "no sé si los políticos tienen en cuenta para algo la opinión de los ciudadanos".

Esta plataforma ciudadana, integrada por unos 200 colectivos culturales, sociales, empresariales y vecinales de Málaga y creada en defensa del antiguo convento y de sus edificaciones anexas, llevó, incluso, su demanda a los tribunales de Justicia. Sin embargo, la Fiscalía pidió el sobreseimiento provisional, avalando la postura de los técnicos de la Consejería de Cultura acerca de que la edificación militar no está incluida en la declaración de monumento histórico.

VALOR

Estos colectivos, sin embargo, siguen manteniendo que la declaración de BIC del convento "es extensible a todas las construcciones anejas que haya, bien para la contemplación, por el interés histórico o porque la ciudadanía así lo quiera", haciendo referencia, para ello, a la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, como ha expresado Jiménez. Aparte del valor arquitectónico de los pabellones militares —databan del siglo XIX—, ha incidido en el aspecto sentimental y en que podrían haber tenido un uso social y cultural teniendo en cuenta las carencias que en estos aspectos presenta el barrio.

"Como administración puedes sacar la letra pequeña de la ley o lo que quieras, pero si 200 colectivos están diciéndote que por favor no derribes esos pabellones militares porque pueden tener un uso social y cultural, por qué al final acabas haciendo lo que te da la gana, sin importarte nada lo que piense la ciudadanía", se ha preguntado el representante de la Plataforma en Defensa del Convento de la Trinidad.

Por su parte, la directora general de Bienes Culturales e Instituciones Museísticas, división dependiente de la Consejería de Cultura y Deporte, Elia Maldonado, ya mostró su "sorpresa" ante las diferentes críticas recibidas tras la demolición de estos pabellones militares.

Así, rechazó que se hubiera actuado con nocturnidad, argumentando que las obras comenzaron el pasado 18 de noviembre y continuaron el 22 del mismo mes y el 5 de diciembre, mientras que entre los pasados 26 de diciembre y 2 de enero se procedió a la retirada del escombro. Además, aseguró que su departamento había mantenido reuniones con los vecinos de la zona acerca de los derribos.