Dos hombres, de 49 y 67 años, cuyas identidades no han sido facilitadas, fallecieron el sábado al caerles encima un muro en El Llano del Beal (Cartagena), según informó el director de Protección Civil, Luis Gestoso.

Se desconocen los detalles de lo ocurrido, salvo que ambos varones habrían muerto al ser aplastados, a las 10.20 horas, por un muro de separación de una finca, de unos 2 metros de altura, que se encuentra cerca de una nave de reciclaje de esta localidad. Las víctimas acudían a la finca donde se encontraba el ganado para dar de comer a los animales como cada mañana en el Camino de San Ginés.

En Badajoz, una mujer de 54 años fallecía también al caerle encima, a causa del viento, el portón metálico de una casa de campo. La víctima fue hallada consciente por unos familiares sobre las siete y media de la tarde del sábado debajo del portón, de grandes dimensiones, según las mismas fuentes. Fue evacuada al centro de salud de Almendralejo, donde falleció posteriormente.

La mujer se había dirigido por la tarde a la casa de campo, que está aislada, según la Guardia Civil. El alcalde de la localidad, José Ramón Prieto, ha informado de que la víctima está casada y tiene dos hijos.

Una de las recomendaciones de Protección Civil era si se encontraba en el campo, alejarse de cornisas, muros o árboles, que puedan llegar a desprenderse y tomar precauciones delante de edificaciones en construcción o en mal estado.

La circulación en la línea convencional que une Madrid y Cantabria tuvo que ser suspendida, entre las localidades de Los Corrales y Torrelavega, por acumulación de agua y desprendimientos de tierra. Los usuarios afectados fueron trasladados por carretera.

La circulación en la línea de Alta Velocidad Madrid-Valencia quedó restablecida tras interrumpirse a primera hora de la mañana al caer una valla sobre la catenaria de la línea en el kilómetros 85,16, en la provincia de Toledo, como consecuencia del viento. En total, se han visto afectados ocho trenes (seis AVE y dos Alvia) y 1.300 viajeros. Los convoys han sufrido distintos retrasos, que en el caso de las últimas salidas han sido de en torno a media hora. Asimismo, otros dos trenes Alvia han visto modificado su itinerario, al ser desviados por la vía convencional en Alcázar de San Juan.

El tramo de la línea convencional de tren Sevilla-Córdoba que discurre entre los términos sevillanos de Majarabique y Brenes ha quedado reabierto al tráfico ferroviario después de que este sábado hubiera quedado cortado por daños en la electrificación de las vías causados por el viento. Este tramo ha quedado restablecido a las 15,35 horas de este sábado, 35 minutos después de que se reanudara la circulación en la línea de alta velocidad. Como consecuencia de esta incidencia se han visto afectadas, en la provincia sevillana, las líneas C1 y C3 de Cercanías que unen Sevilla con los municipios de Lora del Río y Cazalla de la Sierra, respectivamente, así como la línea de Media Distancia Sevilla-Córdoba-Jaén, y la Alaris Sevilla-Barcelona.

Un tren de pasajeros procedente de Madrid ha descarrilado en la noche del sábado en las proximidades de Ourense debido a un "desprendimiento de tierra y piedras" sobre las vías sin que se hayan producido daños personales. Según han confirmado fuentes de Renfe, el ferrocarril, un Alvia de larga distancia, que efectuaba el trayecto Madrid-Pontevedra, descarriló a las 21.15 horas, cuando se hallaba aproximadamente a un kilómetro de la capital orensana debido al desprendimiento ocasionado por las fuertes lluvias caídas este fin de semana.

Los 57 viajeros del tren fueron desalojados y posteriormente trasladados en un segundo tren hasta la estación de ferrocarril de Ourense. Desde allí, los viajeros fueron trasladados en autobuses a las ciudades de destino, en concreto a Pontevedra y Vigo. Las fuentes consultadas han señalado que "no hubo daños personales" y que todos los viajeros resultaron ilesos.

El desbordamiento del río Gállego, por las precipitaciones caídas en los últimos días, y la crecida del Ebro obligaron a desalojar a unas 150 personas de urbanizaciones situadas en la margen izquierda de sus cauces en los barrios rurales de Peñaflor y Movera, en Zaragoza.

El Ebro se desbordó a su paso por Tudela, que quedó en el anegamiento y corte al tráfico de dos calles del Casco Viejo de la ciudad sin ocasionar graves daños, algo que no se espera se repita al haber comenzado a bajar el nivel del agua y no haber llovido en exceso el domingo. Fuera de esta ciudad, en la zona del Bocal, el desbordamiento sí ha anegado algunas huertas, si bien no se han producido daños personales.

Las fuertes lluvias en Euskadi han desbordado el cauce del río Zadorra en la localidad de Foronda, en Álava, y el río Kadagua en las localidades de Alonsotegi y Sopude, de la comarca de las Encartaciones de Vizcaya. Según ha informado el departamento vasco de Seguridad, Euskadi mantiene activado el plan de emergencias por inundaciones, si bien las lluvias durante la noche no han sido tan intensas como apuntaban las previsiones.

En Vizcaya, de madrugada, se ha desbordado el Kadagua a su paso por Alonsotegi y Sodupe, por lo que ha sido necesario avisar a los vecinos de ambas localidades para que retiren los vehículos aparcados cerca del río.

Los parques públicos de Sevilla no han abierto las puertas este sábado como consecuencia de la alerta naranja que hay activada en toda la provincia debido a las fuertes rachas de viento que se esperan, una práctica que es habitual en estas circunstancias.

La capital andaluza ha regestrado más de 100 avisos, la mayoría por desplazamiento de contenedores, semáforos averiados o la caída de una valle en el Centro Comercial de Los Arcos.

Las rachas de viento han derribado, sin causar daños personales, una de las torretas de iluminación del Estadio Príncipe Felipe de Cáceres, la pared de una vivienda y el panel prefabricado de un polideportivo de Denia (Alicante) y parte de la cubierta del instituto "Ruta de la Plata" de Calamonte (Badajoz), localidad en la que además se han desalojado ocho viviendas.