La crisis y la subida tarifaria hacen caer el consumo de agua, gas y electricidad en Barcelona

  • El descenso ha sido de un 34% en solo un año.
  • Cada vez más barceloneses que padecen la pobreza energética recurren a mantas para calentarse.
  • La pérdida de población y de comercio también mina la demanda.
Un barcelonés, llenando diversas garrafas de agua en una fuente pública de Barcelona.
Un barcelonés, llenando diversas garrafas de agua en una fuente pública de Barcelona.
HUGO FERNÁNDEZ
Un barcelonés, llenando diversas garrafas de agua en una fuente pública de Barcelona.

El consumo de gas, agua y electricidad ha caído durante el último año hasta un 34% en Barcelona. Detrás están la crisis y sus efectos: intervienen tanto la pérdida de ciudadanos por la emigración como el cierre de comercios y el encarecimiento de las tarifas.

Las ONG alertan de que cada vez hay más familias barcelonesas con pocos recursos y jubilados con pensiones congeladas que no se pueden permitir pagar la factura de los suministros. Según datos municipales, el consumo del gas cayó un 34% en 2012 respecto al año anterior por parte de particulares y pequeños comercios. La demanda de electricidad de los hogares bajó prácticamente un 3% y la del agua, cerca del 1%.

Detrás de este descenso hay una larga lista de factores, tanto demográficos como económicos, pero todos ellos vinculados a la crisis. Por un lado, los últimos datos de Idescat confirman que Barcelona ciudad ha perdido población (la tasa bruta de crecimiento en 2011 fue de -3,40), y esto se debe, en gran parte, a la emigración para buscar trabajo en otras ciudades o países y al regreso de los inmigrantes a sus países de origen.

Un reflejo de la pobreza

Desde la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona, Albert Recio confirmaba que el aumento de la pobreza y la subida de tasas se reflejan, también, en la bajada del consumo energético. La responsable de programas y servicios de Càritas, Mercè Darnell, aclaraba que la pobreza energética aumenta en la medida en que las estrecheces económicas así lo hacen.

Bolsas de agua caliente

Cada vez hay más gente que no enciende la calefacción o no se puede permitir conectar una estufa. Es la denominada pobreza energética y afecta tanto a barrios empobrecidos, como Ciutat Meridiana o el Baró de Viver, como también a personas mayores que viven solas. Mercè Darnell explica que "estamos volviendo a imágenes del pasado" en que la gente recurre a bolsas de agua y mantas con mangas para calentarse.

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