Las elecciones legislativas se desarrollaron ayer  en Estados Unidos con normalidad y sin incidentes dignos de mención. Uno de los primeros en votar fue el presidente, George W. Bush, que depositó su sufragio en la localidad texana de Crawford, donde tiene su rancho. Bush instó posteriormente a los ciudadanos a que participasen y «dejaran oír su voz».En estos comicios estaban en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 33 del Senado y 36 puestos para gobernador. Los republicanos tenían la mayoría en las dos Cámaras desde 1994. Para recuperar el control del Congreso, los demócratas debían ganar 15 escaños con respecto a su representación anterior en la Cámara de Representantes y seis en el Senado.  La mayoría de los sondeos estimaban que los demócratas tenían opciones de conseguir la mayoría en la Cámara de Representantes.