"Está bien ser parte de la máquina. Es liberador y me permite ocupar un lugar secundario como individuo. Nosotros hacemos que las máquinas toquen y las maquinas nos hacen tocar a nosotros". Ralph Hütter, fundador, cantante y líder del gupo Kraftwerk, no concede importancia alguna a la figura del músico. Desde los inicios de la banda alemana, quizá la agrupación electrónica más influyente de la historia del pop, sus integrantes prefieren ser considerados como trabajadores o técnicos. De ahí que su decisión de ser sustituidos por robots sea completamente natural y tenga sentido.

Los robots de Kraftwerk son ahora los protagonistas de una exposición de retratos fotográficos que les presenta posando como las estrellas del pop que son. Roboter (Robots) está en cartel en el NRW-Forum de Düsseldor, la ciudad donde el grupo alemán fue fundado en 1970. Las fotos son de Peter Boettcher, el retratista de confianza de la banda.

Mientras se celebra la exposición, el grupo está interpretando su discografía integral en una serie de conciertos en el cercano museo Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen, en otra entrega de la gira por museos Retrospective 1 2 3 4 5 6 7 8, que Kraftwerk inició en 2012 en el MoMA y prosiguió en la Tate londinense, en ambos casos con una demanda de entradas que superó todas las expectativas. La banda está anunciada como cabeza de cartel para el Sónar de Barcelona de este año, con un concierto en 3-D programado para el 14 de junio.

Las fotos de Roboter tienen la gracia de que presentan a los autómatas que la banda utiliza desde hace décadas como si ellos fuesen las verdaderas estrellas. En la colección de retratos, como sucede en los conciertos y conferencias de prensa de Kraftwerk, no hay ni un ápice de piel humana. Esa es la esencia de la forma de pensar de Hütter y su gente, que se consideran parte de un sistema.

"Incluso en los primeros tiempos del grupo dejábamos el escenario y la gente seguía bailando. Esa era la idea: el músico se borra o se anula y la música se interpreta a sí misma como parte de un sistema, extendiéndose como un virus", dice el líder.

Las fotos de Boettcher, que ha retratado al grupo en todas sus giras, capturan la escencia del universo de Kraftwerk: formas y colores reducidos, severidad gráfica y perspectivas clásicas basadas en las ideas de claridad y concentración.

Las fotos de los robots siguen la misma línea y llevan al espectador a formularse el dilema central de la obra de la banda alemana: ¿son estos los músicos o son los robots? En el caso de unos músicos que han dejado de lado el personalismo, la diferencia no tiene la mínima importancia.