(AV) Exportaciones salvan al campo murciano en 2012, que obtiene beneficios de 82 millones y ningún empleo destruido

Las exportaciones han logrado salvar al campo murciano en 2012 tras cuatro años consecutivos de pérdidas a nivel general, logrando beneficios superiores a los 82 millones en la agricultura, de los que 17 corresponden a las cooperativas asociadas a Fecoam, y manteniendo los puestos de trabajo a pesar de la actual situación de crisis.
Llamas, Hortelano, Martínez, Sánchez y Pedrero
Llamas, Hortelano, Martínez, Sánchez y Pedrero
EUROPA PRESS
Llamas, Hortelano, Martínez, Sánchez y Pedrero

Las exportaciones han logrado salvar al campo murciano en 2012 tras cuatro años consecutivos de pérdidas a nivel general, logrando beneficios superiores a los 82 millones en la agricultura, de los que 17 corresponden a las cooperativas asociadas a Fecoam, y manteniendo los puestos de trabajo a pesar de la actual situación de crisis.

Así lo ha expuesto en rueda de prensa el presidente de Fecoam, Santiago Martínez, quien ha calificado la campaña de "aceptable", manifestando, al respecto, que "gracias a las exportaciones el sector está saliendo por una orilla".

Al hilo, Martínez ha subrayado el "esfuerzo" que se ha hecho en las ferias, en otros países, ya que "el mercado nacional es casi inexistente, dado que Europa está de puertas abiertas y son muchos los países que están exportando".

Las cooperativas también están innovando, en el sentido de que están introduciendo productos de Chile, como las cerezas, además de la uva de otras regiones y el caqui, que "tienen una gran aceptación y eso alarga la campaña dos o tres meses". "Productos nuevos para sobrevivir, ya que se trata de no perder el vínculo con los clientes y mantenerlo 12 meses, y al mismo tiempo mantener la plantilla y que no se tenga que despedir a nadie", ha dicho.

Otro factor que ha reseñado ha sido el hecho de que a pesar de la crisis "no se ha destruido ni un solo puesto de trabajo, sino que las cooperativas estamos incrementando las plantillas". "Estamos haciendo un esfuerzo importante por mantener los puestos de trabajo, ya que hay mucho drama familiar", ha incidido.

Como ejemplo, ha puntualizado que si antes la mano de obra inmigrante se situaba en un 70 por ciento y la autóctona en un 30 por ciento, ahora estas plantillas se han invertido, ya que "por la crisis no están acudiendo autóctonos de nuestro pueblo a pedirnos trabajo y mucho inmigrante también se ha marchado".

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