El cantante Frank Ocean ha tenido un comienzo de año agridulce.

Por una parte, el estadounidense ha estrenado enero viendo su nombre en prácticamente todas las listas musicales que destacan lo mejor de 2012, nominado a seis premios Grammy y entre el aplauso del público y crítica. Por otra parte,  lo ha hecho sin carné de conducir y con una acusación de posesión de marihuana, según recoge el dario New York Post.

El músico fue detenido por la Policía el pasado 30 de diciembre, cuando iba conduciendo su vehículo por la zona este de Sierra Nevada (California), al parecer, a una velocidad excesiva. Al frenar el auto, los agentes percibieron un fuerte olor a marihuana.

Tras registrar el coche, la Policía encontró una bolsa de hierba.

Los agentes confiscaron entonces el carné de conducir de Ocean y uno de los ocupantes que viajaban con el cantante tuvo que ocuparse del coche.

Ahora, el artista deberá responder por un cargo de posesión de marihuana, rebasar el máximo de velocidad y llevar las lunas del coche tintadas, algo que no está permitido.