El gueto de Harlem que cambió la forma de vivir y ver el mundo del fotógrafo Bruce Davidson

  • Exponen las fotos que el laureado reportero hizo a finales de los años sesenta en un bloque considerado conflictivo de uno de los barrios más deprimidos de Nueva York.
  • Convivió con los habitantes del edificio durante dos años.
  • Regaló a los vecinos dos mil copias de las imágenes, que fueron elementos decorativos de los apartamentos durante años.
Dos hermanas con traje de domingo posan en el salón de su casa para Bruce Davidson
Dos hermanas con traje de domingo posan en el salón de su casa para Bruce Davidson
© Bruce Davidson/Magnum Photos / Courtesy Museum of Fine Arts, Boston
Dos hermanas con traje de domingo posan en el salón de su casa para Bruce Davidson

El fotógrafo Bruce Davidson tenía 34 años cuando, en 1967, recibió una beca pública para afrontar un trabajo que le cambiaría la vida. Era socio de la Agencia Magnum desde 1958 y había adquirido notoriedad mundial por su reportaje del año siguiente sobre los clanes de Brooklyn-Nueva York. No sabía, sin embargo, que el proyecto que se disponía a iniciar iba a cambiar su vida y, sobre todo, su forma de ver el mundo.

East 100th Street, editado finalmente en libro en 1970, muestra dos años de convicencia del fotógrafo con los habitantes del bloque situado en la dirección enunciada por el título, un edificio considerado conflictivo por la Policía y con fama de albergar actividades dudosas, situado, además en Harlem Este, la zona más deprimidida de Nueva York durante la época.

"Lo que tú llamas gueto es mi hogar". La frase que le estampó en la cara uno de sus primeros modelos cuando Davidson le explicó que pretendía "retratar la vida en el gueto" sirvió al reportero para resituar su objetivo y bajarse los humos. Con humildad, sin molestar, siendo uno más y, sobre todo, actuando con respeto, logró ser considerado "el hombre de la cámara", como terminaron llamándole los casi mil vecinos del gran y laber'ntico inmueble poblado por negros y latinos.

Le preguntaban por las fotos

Se hizo tan amigo de algunos de ellos y empatizó tanto con sus problemas que las visitas diarias de Davidson se convirtieron en estancias y pasó más de una noche en las terrazas con las pandillas de jóvenes que buscaban alivio contra el calor del verano. Cuando regresaba de revelar, le preguntaban por las fotos, así que empezó a regalarles copias. Repartió unas dos mil, muchas de las cuales terminaron decorando las paredes de los humildes apartamentos superpoblados.

Las 43 imágenes finales del proyecto fueron exhibidas en 1970 en el MoMA, que tiene un gran archivo de obras de Davidson en propiedad, pero no se habían vuelto a mostrar en público. Ahora las va a devolver a la luz el Museum of Fine Arts (MFA) de Boston (EE UU) en la exposición Bruce Davidson - East 100th Street. La muestra, en cartel desde el 19 de enero hasta el 8 de septiembre, es posible porque el MFA compró la colección completa en 2011.

Las fotos, como sostienen desde el museo, "han mejorado con el paso del tiempo" y se han convertido en uno de las series mayores de un reportero que destaca por la compasiva aproximación a sus modelos, trascendiendo asuntos como la raza, la cultura e incluso la injusticia social y la pobreza. Retrate a quien retrate, Davidson nunca comete el pecado de la soberbia.

"Salí con algo más que fotos"

La zona en la que trabajó a finales de los años sesenta era señalada como una de las peores de toda la ciudad de Nueva York, pero Davidson salió convencido de que esta opinión no era justa. "No creo que importe por qué o cómo llegué a East 100th Street... Me permitieron entrar en una forma de vida y experimentarla. Salí de allí con algo mucho más valioso que las fotografías. Aprendí a ver la vida de otra forma", declaró tras el final del trabajo.

La colección de fotos que se expone en Boston es una panóramica humana —abundan los retratos o las imágenes de ambiente—, con gran presencia de parejas de todas las razas y edades, familias y niños. "Las fotos de Davidson de los vecinos de Harlem, captados en sus casas o en la calle, siempre remarcan la humanidad e individualidad de las personas. Trabajando con una cámara de gran formato, estos retratos se alejan de las fotos robadas de muchos de sus contemporáneos que usaban película de 135 milímetros", señala Karen Haas, la comisaria de la muestra.

Con luz natural

Sin luz artificial añadida, buscando sólo la disponible por medios naturales en cada toma, el fotógrafo muestra a dos hermanas endomingadas en el sofá del salón, contra una ventana que revela la atmósfera gris del barrio; a un jovencísimo padre mostrando con orgullo a su primogénito recién nacido; a un niño jugando con una humilde cometa en una terraza; a una pareja bailando ante una máquina de discos al lado de la que cuelga una foto del entonces presidente John F. Kennedy...

En 1980 Davidson regresó al bloque de Harlem, que había sido renovado con fondos públicos. Participó en una charla e inauguró una exposición de las fotos tomadas más de diez años antes y recibió una placa de la asociación de vecinos. Todos le recordaban todavía como "el hombre de la cámara".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento