El cantante Francisco se sentará en el banquillo de los acusados el próximo 16 de enero por una presunta estafa, en relación con el supuesto impago de un vehículo de alta gama de la marca Maseratti valorado en unos 80.000 euros y adquirido en 2004 al empresario y promotor inmobiliario Andrés Ballester.

El juicio, que tendrá lugar en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Alicante, estaba fijado para el pasado 5 de julio, pero Francisco no acudió a declarar al alegar que "no estaba en condiciones" debido a que sufría "ataques puntuales de agorafobia". No obstante, el tribunal conoció en septiembre que el cantante participó "en otros actos de carácter público", en referencia a su participación en un programa televisión unos días después de la cita judicial.

Por este motivo, tras conocer su aparición televisiva, a finales de octubre el tribunal citó al intérprete a declarar en una vista previa al juicio de enero. En su comparecencia, el acusado mostró su "total disposición" de colaborar con la justicia y mantuvo que sufría "ataques puntuales" de agorafobia.

Sin embargo, la sala especificó en el auto posterior a la vista preliminar que el cantante "en ningún momento comunicó su pronta y sorprendente recuperación a fin de poder celebrar el juicio en fecha más cercana", en alusión a su participación en el programa de televisión poco después de la cita judicial.

Por este motivo, y atendiendo la petición de la acusación particular, que había puesto de manifiesto que el acusado "en todo momento ha intentado dilatar el procedimiento", el tribunal decretó su ingreso en prisión eludible bajo fianza de 6.000 euros, que pagó en los diez días siguientes.

Juicio por estafa

El cantante está acusado de un delito de estafa relacionado con el presunto impago de un vehículo de alta gama de marca Maseratti, valorado en 80.000 euros y adquirido en 2004 al empresario y promotor inmobiliario Andrés Ballester, según consta en la calificación provisional de la Fiscalía.

El contrato de compraventa del vehículo se produjo en enero de 2004, a pagar "dentro de los seis meses siguientes a la firma del contrato". Transcurrido el plazo, se prorrogó el pago hasta septiembre de 2006 por un montante de 88.400 euros, intervalo en el cual Francisco vendió el coche pero sin pagar la deuda contraída.

El vehículo se debía pagar a cargo de unas comisiones que iba a percibir Francisco en concepto de promoción de unas viviendas que pretendía vender Ballester en Altea (Alicante) valiéndose de la fama del cantante.

La venta de esos inmuebles finalmente no tuvo lugar, por lo que el empresario ha acusado a Francisco de estafa por el impago del vehículo. A lo largo de este proceso, la defensa del cantante ha reiterado que éste "quiere pagar".

Por estos hechos, el ministerio fiscal solicita para el cantante una pena de tres años y seis meses de prisión, una multa de 12 euros diarios durante nueve meses, y el pago de la deuda con el empresario Andrés Ballester, que asciende a 88.400 euros.