Con el 13,9% de cuota de pantalla, Telecinco ha sido la cadena más vista en 2012, con lo que arrebata el liderazgo a La 1 de TVE, mientras que Antena 3 se sitúa en segunda posición con el 12,5% de audiencia frente al 12,2% de la cadena pública, que desciende al tercer lugar.

A lo largo del año, La 1 de TVE ha perdido 2,3 puntos de audiencia lo que ha facilitado a Telecinco situarse como líder pese a haber perdido 0,3 puntos, mientras que Antena 3 ha ganado uno.  Así lo refleja el Análisis televisivo de 2012 elaborado por la consultora Barlovento Comunicación, con datos de Kantar Media.

A continuación de las tres grandes cadenas se sitúan Cuatro y La Sexta, con el 6% y el 4,9% respectivamente, seguidas de la 2 de TVE con el 2,5%, mientras que el grupo de televisiones autonómicas se hace con el 9,8% y el de temáticas de pago con el 6,2% de cuota.

La emisión más vista del 2012 corresponde a los penaltis del encuentro de semifinales de la Eurocopa entre España y Portugal, el día 27 de junio, con 18.141.000 espectadores y 83,3% de cuota para Telecinco. En el ránking de los espacios más vistos, hay un predominio claro del género deportivo por encima de cualquier otro (Eurocopa y Liga de Campeones principalmente). Además, son Telecinco y La 1 quienes copan los primeros puestos de la tabla de emisiones más vistas del año.

El conjunto de cadenas temáticas con concesión TDT llegan en 2012 al 28,4% de cuota, más de la cuarta parte del mercado nacional. La fragmentación de audiencias no para de agudizarse y un indicador claro es que el 2012 ha sido el año en el que las tres grandes generalistas (La 1, Telecinco y Antena 3) suman una menor cuota de pantalla: sólo el 38.6%.

Este año cada ciudadano ha consumido una media de 246 minutos al día de televisión, siete más que en 2011. Esta cifra supone un nuevo récord de consumo televisivo en España que crece por cuarto año consecutivo. Las nuevas tecnologías, dispositivos y pantallas, así como el conjunto de las redes sociales (1 de cada 3 tuits es sobre televisión) no parecen afectar al medio televisivo, sino más bien al contrario; retroalimentan al producto audiovisual, según el análisis de Barlovento Comunicación.