Botellas rotas a 1.500 grados

La familia Abdón mantiene la tradición del vidrio artesano: Rafael Abdón (el padre) y sus hijos, Rafael (foto) y Paco, son de las pocas personas que aún trabajan el vidrio en España casi con sus propias manos.
Rafael Abdón ultima el trabajo de un pez de vidrio en plena calle.(Francisco González)
Rafael Abdón ultima el trabajo de un pez de vidrio en plena calle.(Francisco González)
Rafael Abdón ultima el trabajo de un pez de vidrio en plena calle.(Francisco González)
Gracias al trabajo de esta familia, que muestra su saber por todas las ferias de España, este arte, que tiene su origen hace más de 5.000 años, no queda en el olvido. Rafael Abdón (padre) aprendió el oficio con sólo 13 años y ha hecho de esta destreza la profesión de sus dos hijos.

Trabajan, principalmente, con botellas rotas, que funden a 1.500 grados y dan forma a 1.100 y 1.200 grados, «siempre de forma artesanal», según Rafael.

El resultado son obras de arte en vidrio cuyo precio oscila entre los tres y los 60 euros y que trazan con habilidad en menos de diez minutos, en algunos casos. Hay pececitos, cisnes, vidrieras y otras figurillas. También crean vitrinas con el logotipo para las empresas o esculturas en vidrio.

«Es complicado hacernos un hueco porque hay mucha competencia de la importación de los países asiáticos», comenta Rafael. Así, no es de extrañar que atraiga a tan pocos jóvenes. «Cuesta mucho aprender el oficio y tienes que trabajarlo todos los días». Los Abdón tienen el taller en L’Olleria y estos días trabajan en la Fira de Cocentaina.

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