El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha pedido a los fieles que pongan "todo lo necesario" para que otros sean felices, pues la Navidad es "una invitación a la solidaridad con aquellos que en estos momentos viven situaciones de dificultad".

En su tradicional mensaje navideño, el obispo ha señalado que, en estas fechas, no basta con mandar una tarjeta, enviar un saludo o desear un buen año. "Es necesario que todos nos comprometamos, personalmente, con nuestra presencia, a ayudar a los demás a ser realmente felices porque es así como el Señor quiere que vivamos la Navidad".

Bernardo Álvarez ha indicado que dentro de la celebración del Año de la Fe, uno de los momentos fundamentales es la celebración de la Navidad, donde los cristianos proclaman su fe en Jesucristo, "el hijo único de Dios que por nuestra salvación, bajó del cielo y, por obra del Espíritu Santo, se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre para darnos a todos la paz, la alegría, la salvación y la plenitud que necesitamos".

El obispo ha invitado a los feligreses a que esta Navidad acreciente la fe en Jesucristo y que se puedan cumplir en cada uno aquellas palabras que dijo el Papa en 2006: "María acogió con fe a Jesús y con amor lo donó al mundo".

Para el prelado, ésta es también la vocación de cada uno de nosotros, pues la Navidad es "un anuncio de salvación, de esperanza para la humanidad". "Dios se ha hecho hombre en Jesucristo y hoy renace en la Iglesia y en el corazón de todo aquel que cree en él", resaltó.

"Él es quien lleva a todos el amor del Padre celestial. Él es el Salvador del mundo", añadió el obispo, quien invita a los fieles a "no tener miedo a Cristo, sino a abrirle el corazón, a acogerlo, para que su reino de amor y de paz se convierta en una realidad en el corazón de muchos". "Ojalá que de todos", deseó.