El presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC), Santiago Grisolía, ha admitido este jueves que no le gusta la reducción de 21 a 11 miembros en este organismo que prevé el anteproyecto de Ley para reestructurar las instituciones estatutarias de la Generalitat, pero ha asegurado que se adaptarán modificando "un poco" su estructura y el trabajo "se hará". Eso sí, ha pedido que "no solamente" se recorte el CVC sino que "todo el mundo" se reduzca, "hay muchos estamentos que no lo hacen", ha apuntado.

"En teoría están reduciendo todo pero reducen unas cosas más que otras" cuando, desde el punto de vista económico, "no es una cantidad muy grande la que el Consell gasta" en el CVC, ha aseverado. En cualquier caso, "nos adaptaremos a lo que hay, gustarme no me gusta pero me gustaría que todo el mundo verdaderamente se redujese no solamente nosotros porque hay muchos estamentos que no lo hacen".

Grisolía, que ha realizado estas declaraciones a los medios de comunicación momentos antes de celebrar el último pleno del año del CVC, ha querido dejar claro que "nadie tiene un sueldo" por su trabajo en esta institución, únicamente perciben dietas cuando acuden a un pleno o a una comisión.

De aprobarse en las Corts el anteproyecto de Ley para reestructurar las instituciones consultivas y normativa de la Generalitat y reducirse los miembros del CVC de 21 a 11 miembros, es posible que se modifique "un poco" su estructura y alguna de las 5 comisiones con las que cuenta se una a otra pero "el trabajo se hará y se hará". "Lo intentaremos y lo que se pueda hacer se hará", ha insistido.

El recorte requerirá también "pedir más ayuda a expertos de fuera" del seno de la institución para funcionar. Además, ha avanzado que para el próximo año, la institución celebrará los plenos por la mañana, a las 12.00 horas, en lugar de por la tarde, como venía haciendo hasta ahora.

En este nueva etapa, Grisolía confía en el "interés" por la institución que siempre ha mostrado la consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Català, que recientemente ha integrado el área cultural a su departamento con la última remodelación del Consell. De hecho, ya hay confirmada fecha para su primera visita a la institución desde que asumiera el cargo.

El profesor, que ha resaltado el papel del CVC como "Pepito Grillo" con "capacidad ética y moral" para decir "la verdad", ha señalado que si éste se modifica, "también otras entidades se pueden modificar" para evitar las "duplicidades" existentes a nivel autonómico como nacional.

"optimismo" ante la crisis

Para Grisolía, "siempre" ha habido problemas como se están viviendo en la actualidad con la crisis económica y "se han intentado solucionar de muchas formas". Por ejemplo, ha recordado, "se intentaron vender todos los bienes de la Iglesia después de la Guerra de la Independencia".

"Esto se vive en la historia continuamente, lo que hay que hacer es no perder la esperanza y saber que algo mejor va a suceder", ha animado. Sin embargo, ha dudado que se vuelva a la "generosidad aparente de antes". Ahora, "volvemos a ser más ahorrativos", se reparan las cosas en lugar de comprar nuevas. Pero tampoco hay que pensar en el ahorro continuamente porque "si no gastamos las cosas no se mueven", ha advertido.

Hay que tener "optimismo" en recuperarse, ha agregado. A su entender, la crisis también ha traído cosas nuevas. Ahora se ha vuelto a vivir de alquiler en lugar de comprar un piso, cosa que a su juicio es buena porque con la compra lo jóvenes "pierden movilidad". Con el alquiler, pueden marchar a estudiar fuera.

"Es bueno conocer el extranjero" y poder disponer de "movilidad", ya que si un joven se queda "en un mismo sitio más de 3 o 4 años, corre el peligro de hacer muchos amigos, casarse,... y por eso es bueno también tener puestos de trabajo aquí para que vuelvan", ha sentenciado.

"mal favor" a la identidad

Por su parte, el vicepresidente del CVC, Jesús Huguet, ha señalado que los miembros del CVC están "a lo que dispongan las Corts" pero ha advertido que "si desparecen o se transforman en otra cosa se pierde identidad".

"El Estatut no es solo un conjunto de normas administrativas, es una carta magna que marca la identidad de una comunidad" y en este caso, ha dicho, "con artículos e instituciones que refuerzan esa identidad como el CVC, el Síndic de Greuges o la AVL, instituciones que refuerzan la identidad de una comunidad. "Si desparecen o se transforman en otra cosa se pierde identidad".

"Tenemos una personalidad histórica y características culturales determinadas y si se perdieran estas instituciones sería un mal favor a la propia identidad del país", ha concluido.