La representante de Isabel Pantoja, María Navarro, y una ayudante de la cantante, Teresa Pollo, han declarado que el exalcalde de Marbella (Málaga) Julián Muñoz "nunca" dio dinero a la tonadillera durante el tiempo que tuvieron una relación sentimental, sino "más bien al contrario", ha apuntado Pollo. Además, las dos han dicho al tribunal que el exregidor no estaba autorizado en las cuentas de ella.

Ambas colaboradoras han declarado este martes como testigos en el juicio por blanqueo de capitales que se sigue en la Sección Segunda de la Audiencia de Málaga contra Muñoz, su exmujer, Maite Zaldívar, la cantante y otras siete personas más. La vista oral continuará ya el 8 de enero del próximo año, con la práctica de las últimas pruebas propuestas por las partes, antes de las conclusiones definitivas y los informes finales.

Las dos testigos han corroborado que Pantoja tenía "siempre" en casa "como costumbre" mucho dinero en efectivo de sus galas y negocios, que iban ingresando alguno de sus colaboradores, ya que la cantante "ha ido muy poco al banco", incluso para firmar hipotecas "a veces iba el notario y el director a su casa", ha dicho Pollo, quien ha reconocido que hizo algunos de los ingresos en efectivo de galas y negocios investigados.

De hecho, como persona de confianza y amiga de Pantoja, ha afirmado que gestionó la petición de un préstamo, el arrendamiento de la finca Cantora, que le pagaban "normalmente en efectivo", y se encargó de los ingresos de 3.000 euros en días consecutivos, dinero que, según ha apuntado a preguntas de la defensa de la artista, era producto del cambio a euros de más de 40.000 dólares que le dio la cantante en un sobre.

Al respecto, ha explicado que los ingresos se hicieron de esa forma fraccionada porque al ir al banco a cambiar los dólares se lo dijo el responsable de esa entidad, con el fin de no aparecer ella como la titular del efectivo. Además, ha intentado justificar otros aportes de efectivo en cuentas bancarias de cuantías superiores, incluso de 60.000 euros, asegurando en todo momento que la cantante no se encargaba de esas cuestiones.

Ha indicado que, aunque vivía y trabajaba en Algeciras (Cádiz), era "prácticamente los ojos de la dueña" en el restaurante de Pantoja en la localidad malagueña de Fuengirola, donde recogía de la caja fuerte el dinero recaudado para ingresarlo, aunque no comprobaba los tiquets. Ha apuntado que desde que se abrió el local funcionó, ya que se organizaban fiestas y presentaciones, incluso, "aquello se vio desbordado", con lista de espera de tres meses.

Pollo ha manifestado que Muñoz tenía una nómina y cobraba "un dinero". María Navarro, por su parte, ha apuntado que ella era la representante de Pantoja y que el exalcalde ayudaba "muy levemente" a la cantante en sus tareas profesionales, ocupándose de cosas como "ver si estaba bien el camerino de ella o que tuvieran el catering que habíamos pedido". Ha dicho que la artista podía cobrar entonces entre 60.000 y 80.000 euros por gala.

Ha reconocido que, a parte de su condición de representante, por lo que recibía una comisión, algunas de sus sociedades tenían relación comercial con empresas de la cantante, porque en determinadas actuaciones era Navarro la que asumía los gastos inicialmente al actuar como empresa. Ha afirmado que las declaraciones tributarias de sus empresas se las hacían.

Dinero de planeamiento

En esta última sesión del año, también ha comparecido el que fuera gerente de la sociedad municipal marbellí Planeamiento 2000 y principal acusado en la causa contra la corrupción en Marbella, caso 'Malaya', Juan Antonio Roca, quien ha sido propuesto como testigo por la defensa de Muñoz. Ha sido preguntado por pagos para unos lotes de caza y ha asegurado que cada participante abonó luego al exalcalde la cantidad correspondiente.

Pero Roca también ha reconocido que esa sociedad que gestionaba pagaba a Muñoz y a otros dos concejales 200.000 de las antiguas pesetas al mes, según un acuerdo alcanzado "que así me lo exigía". Ha apuntado que cada empresa municipal pagaba a varios ediles y, aunque no ha podido concretar la fecha de dicho acuerdo, sí ha apuntado que éste sería a partir de la segunda legislatura y ha asegurado que esos acuerdos se los comunicaba siempre el alcalde Jesús Gil.

Ha indicado que el Tribunal de Cuentas fiscalizó estos pagos y "finalmente, cuando se aportó por parte de Planeamiento el acuerdo del consejo de administración, los dio por válidos". Ha indicado que esos abonos no eran por trabajos realizados para dicha sociedad, como figuraba, sino "por asistencia al consejo" como miembro del mismo, aunque ha dicho que "es posible" que cuando se pagaba por asistencia a dicho órgano se hacía constar con ese concepto.