La Audiencia Provincial de Ciudad Real ha impuesto una pena de 36 años y seis meses de prisión para J.M.M.A., el principal imputado por el crimen del barrio del Lucero en Valdepeñas (Ciudad Real), después de que un jurado popular lo considerara culpable de los asesinatos de un padre, S.M.M., y un hijo, R.M.S., ocurridos el 22 de Septiembre de 2010.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal ha decidido imponer una pena de 17 años y seis meses por cada uno de los asesinatos —teniendo en cuenta la atenuante de arrebato que consideró el jurado popular—, además de un año y seis meses más por tenencia ilícita de armas.

Asimismo, se le impone la prohibición de aproximarse o comunicarse por cualquier medio con las viudas e hijos de las dos víctimas y de residir en la localidad de Valdepeñas durante el tiempo de las condenas más 10 años después de haber cumplido éstas.

En el caso de A.M.F., el segundo condenado por los crímenes —ya que al tercero sólo se consideró responsable de un delito de faltas y fue puesto en libertad tras el juicio— el magistrado le impone una pena de 16 años de prisión, también teniendo en cuenta la atenuante de arrebato, y la prohibición de acercarse a la viuda e hijos de su víctima, R.M.S., y de residir en Valdepeñas durante el cumplimiento de la condena y diez años después de cumplirla.

Además, el tribunal ha tenido en cuenta las indemnizaciones solicitadas por la acusación particular, por lo que ambos acusados deberán indemnizar solidariamente a la viuda de R.M.S. con 150.000 euros y a cada uno de sus dos hijos con 75.000. Además, J.M.M.A., como responsable del asesinato de S.M.M., indemnizará a la viuda con 150.000 euros, a sus dos hijos con 75.000 euros para cada uno de ellos y a sus padres con la cantidad de 75.000 euros.

En la sentencia, que las defensas de los dos condenados ya avanzaron que recurrirán, el magistrado reconoce la "complejidad que indudablemente presenta el caso" y destaca que el jurado ha basado su convicción en "un primer testigo imparcial", el agente de la Guardia Civil fuera de servicio que, por casualidad, llegó al lugar de los hechos cuando ocurrían y cuyo relato coincide en gran parte con el de las acusaciones y el de los agentes de la Policía Local de Valdepeñas y la Policía Nacional que llegaron después.