Cayo Lara, aspirante a ser reelegido al frente de IU, ha sacado adelante por primera vez en dieciocho años una lista unitaria en la que están integradas todas las corrientes de IU, incluida la de Gaspar Llamazares, y otras voces críticas con la dirección saliente, como la del líder extremeño Pedro Escobar.

Desde 1994, cuando Julio Anguita fue reelegido por unanimidad en la cuarta asamblea, Izquierda Unida no había vivido una situación interna tan apacible y tan cohesionada, lo que ha permitido a Cayo Lara volver a aspirar a encabezar IU al frente de una candidatura "integradora y plural". Y ello pese a que a menos de una semana del cónclave, que comenzó el viernes, Llamazares amagó con presentar una lista alternativa si su partido, Izquierda Abierta, no lograba peso en el futuro equipo dirigente.

No es que estén plenamente satisfechos con el acuerdo, que les concede un 20 % de la representación en los órganos de dirección de IU, según han dichofuentes de esta corriente, pero creen que en este momento es mejor no seguir confrontando porque la situación política y económica del país requiere una alternativa potente y con vocación de gobierno.

La lista de Lara, a quien se ha visto bastante satisfecho en una conversación informal con periodistas, la integran unos 150 nombres en orden alfabético y alternando hombres y mujeres para respetar lo más posible la paridad.

En la segunda jornada del cónclave, muy larga e intensa, los 959 delegados acreditados han debatido las 3.000 enmiendas que se han presentado a los tres documentos de debate: político, económico y de Estatutos; que se someterán el domingo a la aprobación del plenario. El primero de ellos, el documento político al que se ha dado el nombre de "declaración de Madrid", refleja esa prioridad de IU de renunciar a la confrontación y la disputa interna en favor de una unidad que les haga creíbles como alternativa de izquierdas.

Para ese reto, la declaración lanza un llamamiento a la mayoría social, los trabajadores y los sectores más afectados por la crisis para construir una mayoría política dispuesta a disputar la hegemonía a la derecha.

Se trata, en definitiva, de una llamada a la "rebelión democrática", en palabras del secretario de acción política saliente y portavoz del grupo parlamentario, José Luis Centella, para "decir al conjunto del Estado que IU está dispuesta a transformar en mayoría política lo que hoy es una mayoría social".

Un mensaje que no va dirigido exclusivamente a los partidos políticos y que busca, no solo ganar diputados, sino acumular fuerzas de distintos movimientos, organizaciones y personas para disputar la hegemonía ideológica, social y política a la derecha. En esa declaración se han integrado también las propuestas planteadas por las distintas "sensibilidades" que conforman IU, incluida la formación Izquierda Abierta de Gaspar Llamazares, por lo que no se ha presentado ningún documento alternativo, como ocurría también históricamente en las asambleas de la coalición.

Dentro de ese planteamiento se enmarca además el objetivo de IU de incorporar a diferentes colectivos sociales a su estructura para estar mejor conectada con la calle y los problemas reales de la gente.