La Federación de Comercio, Hostelería-Turismo y Juego de UGT en Cantabria ha rechazado este viernes "una mayor liberalización de los horarios comerciales a la ya implantada de por sí" en la ciudad de Santander, si el Consistorio decidiera declarar a la ciudad como zona de gran afluencia turística.

En respuesta a unas declaraciones del alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, en las que afirma que antes adoptar cualquier decisión al respecto "hay que escuchar a los comerciantes para conocer su opinión", UGT subraya que "no sólo hay que tener en cuenta la opinión de los pequeños comerciantes, siempre importante porque sostienen la mayor parte del empleo en el comercio, sino también la de los trabajadores y la de los sindicatos como sus legítimos representantes legales".

Para el sindicato, "una declaración de Santander como Zona de Gran Afluencia Turística como piden las grandes superficies comerciales tendría un impacto laboral muy negativo y en UGT -añade- tenemos muy claro que en ningún caso puede implicar la vulneración de derechos sociales, laborales y económicos de los trabajadores".

UGT reitera su "rechazo absoluto" a la liberalización de horarios comerciales o un mayor número de aperturas de los establecimientos en domingos y festivos, que en opinión del sindicato, "sólo benefician a la voracidad de las grandes superficies comerciales y contribuyen a una mayor desregulación laboral del sector de la que por sí hay".

"En todo caso, ya es hora que las grandes decisiones que se adopten en el comercio regional se debatan y se aprueben en el foro institucional creado para ello, la Mesa de Comercio, porque no se puede estar permanentemente cambiando las cosas porque sólo una de las partes implicadas se reúna con el presidente del Gobierno de Cantabria y le traslade su propuesta en beneficio propio y no en el del interés general del comercio cántabro", afirma UGT en un comunicado.

La federación de Comercio ugetista se pregunta también "de qué vale poner el límite 10 domingos comerciales para el año 2013, si a Santander se la declara como ciudad de gran afluencia turística con todo lo que esto comporta, la apertura de los comercios como y cuando quiera el empresario y el retorno a situaciones de auténtica injusticia social y laboral de principios del siglo XX".