Es lo que provocó la protesta de 30 trabajadores de los parkings públicos de Galicia, que ayer se concentraron para exigir un nuevo convenio laboral, mejores salarios y una solución a los altos índices de subcontratación en el sector –que emplea a cerca de 900 personas en Galicia–.La protesta comenzó a las 11.00 horas en la plaza de Orense, desde donde los trabajadores se dirigieron al parking de la plaza de Pontevedra. Allí, se plantaron en las salidas bloqueando a 50 coches, pero sin generar problemas de tráfico.Entre los afectados, una mujer que tenía a su hijo en la guardería y un turista venezolano. Los dos soportaron resignados la manifestación, mientras otros conductores tocaban el claxon en señal de protesta.
«Si continúa la actitud prepotente y arrogante de la Administración, en diciembre iremos a la huelga», advirtió Demetrio Chorén, de UGT.