El Parlamento israelí aprobó ayer la entrada del citado partido ultraderechista en la coalición del Gobierno en una votación nominal celebrada esta tarde en la cámara legislativa, 65 diputados se mostraron a favor, 38 en contra y hubo numerosas ausencias.

Pines-Paz fue el único ministro del gabinete que votó en contra de la inclusión de ese partido, encabezado por Avigdor Lieberman, conocido por sus declaraciones xenófobas y su ideario que aboga por expulsar a los árabes del territorio israelí.

El Gobierno también aprobó la designación de Lieberman como viceprimer ministro y titular para Amenazas Estratégicas contra Israel.

Pines-Paz, quien ha criticado duramente la entrada de Israel Beitenu (Israel es Nuestro Hogar), se ausentó de una reunión de su formación política, después de que anoche el Comité Central del Partido Laborista respaldara la medida.

Además, Pines-Paz tiene intenciones de competir por la dirección del Partido Laborista en las próximas elecciones primarias.

El 'Le Pen' israelí

El líder del partido ultraderechista Israel Beitenu ("Israel es Nuestro Hogar"), Avigdor (Ivet) Lieberman, entra en la coalición de gobierno de Israel como hace siempre: arrasando y haciendo honor a su mote de 'bulldozer' político.

Por lo pronto, se ha hecho con la cartera de viceprimer ministro y titular para las Amenazas Estratégicas contra Israel.

Una de sus últimas declaraciones provocó la indignación de la comunidad árabe, cuando en mayo pasado pidió en el Parlamento que se "ejecutara" a los diputados árabes que se habían reunido con miembros del movimiento islámico Hamás, que gobierna la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Acusó a sus colegas de "colaborar con el enemigo" y afirmó que debían ser "juzgados por ello" tal y como "la Segunda Guerra Mundial concluyó con los juicios de Nuremberg y la ejecución de los dirigentes nazis". "Espero que esa sea también la suerte de los colaboradores en esta casa", apostilló.

Lieberman tiene otras perlas retóricas, como cuando aseguró, en agosto de 2003 tras un atentado suicida en Jerusalén, que lo que se debía hacer era "borrar la 'Mukata' de Ramala de la superficie de la tierra, con Yaser Arafat y todos los que lo acompañan dentro".

O cuando opinó que a los palestinos "se les podría dar un puñetazo en vez de una zanahoria".