Acusado de cometer 12 delitos en un día se enfrenta a más de nueve años tras desdecirse la denunciante

Un joven acusado de cometer 12 delitos en un mismo día se enfrenta a una pena de prisión de hasta nueve años y medio, solicitados por la Fiscalía, después de que el pasado 17 de febrero raptara presuntamente a una menor, su pareja entonces, y protagonizara una huida siendo perseguido por la Policía por la carretera Bailén-Motril e incluso por un campo de olivas a una velocidad de cien kilómetros hora.

Un joven acusado de cometer 12 delitos en un mismo día se enfrenta a una pena de prisión de hasta nueve años y medio, solicitados por la Fiscalía, después de que el pasado 17 de febrero raptara presuntamente a una menor, su pareja entonces, y protagonizara una huida siendo perseguido por la Policía por la carretera Bailén-Motril e incluso por un campo de olivas a una velocidad de cien kilómetros hora.

En la vista oral, que ha acogido el Juzgado de lo Penal número 4 de Jaén, el acusado, J.A.G., ha declarado que "en ningún momento pensaba en la Policía", si bien el encuentro fue "sorpresivo". De hecho, su intención fue la de parar la marcha del vehículo que conducía, aunque al "desenfundar el arma" uno de los agentes, su reacción fue la de la huida "por miedo", la cuál realizó "marcha atrás".

En cuanto a la que era su pareja, ha manifestado que "nunca le ocasionó una lesión" y que "lo que hizo fue dejarla en su casa". Así las cosas, su letrado ha centrado su defensa en relación a lo ocurrido aquel día en un acto de "desobediencia" más que en un delito de atentado a agente de la autoridad con uso de instrumento peligroso, siendo éste uno de los delitos que se le imputan, entre otros.

Por su parte, policías que participaron en la detención han señalado en la vista oral que se trató de una "persecución en toda regla", pues el acusado circuló junto a su exnovia a "gran velocidad" por la carretera y también "atravesando el olivar", por donde condujo a "cien kilómetros hora". Incluso así, ha reconocido este agente, "lo perdimos, no le pudimos seguir el rastro".

Además, en esta operación varios policías resultaron heridos con lesiones leves, por lo que han reclamado por los daños sufridos. En concreto, uno de ellos estuvo "a punto de ser alcanzado" por el coche que conducía el procesado, viéndose obligado a "tirarse a la cuneta para no ser atropellado". Al respecto, otro de los agentes ha reconocido que llegó a temer por la vida de su compañero.

Asimismo, han señalado que el acusado llegó a hacer colisionar su coche con el de la Policía Nacional cuando ésta le cortó el paso para evitar que pudiera huir, aunque finalmente se las ingenió para conseguirlo. Fue detenido días más tarde en la casa de Torredonjimeno (Jaén) de un conocido, en la cuál se ocultaba. En cuanto a la expareja del procesado, la Policía ha indicado que "dijo que le había obligado a meterse en el coche con él tras amenazarla con matarla y también quitarse la vida él".

La denunciante se retracta

De su lado, ella, que denunció los hechos en su momento tras haberla dejado J.A.G. presuntamente tirada en un carril en mitad de la persecución, se ha retractado durante el juicio de lo que declaró ante el juez en instrucción y ha comparecido como testigo. "Lo que dije tras los hechos fue estando presionada por mis padres y por la Policía", si bien, como ha confirmado al abogado de la defensa, "no quiere que se le condene por los mismos".

No obstante, ha apuntado que es cierto que su expareja había quebrantado una orden de alejamiento que pesaba sobre ella porque "ambos querían estar juntos". Además, ella misma "acudió al juez de violencia de género para pedirle que retirara dicha orden".

La madre del acusado ha manifestado su malestar por que "en muchas ocasiones tuviera que llamarle la atención a los padres de la niña porque acudía a su casa" aun teniendo su hijo la orden de alejamiento. Sin embargo, los padres, según ha aseverado, le dijeron que "no podían con ella", por lo que no encontró el auxilio que pretendía. Es más, según ha comentado, la misma iba a su negocio de la capital a "echarle una mano para poder ver a J.A.G.".

Al parecer, lo que desencadenó los hechos delictivos fue una disputa en el establecimiento con motivo de "la clave de la red social 'Tuenti' de su ex", la cuál el procesado quería conocer, según la progenitora de éste. Tras ello, "los dos se fueron de la mano" porque "últimamente se enfadaban mucho, pero al momento estaban dándose un beso", pero fue a continuación cuando se desarrolló todo lo comentado anteriormente.

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