El responsable de la escuela concertada de CCOO, Rafael Pons, ha asegurado este miércoles que "no es el momento de esperar, ni desesperar, sino de luchar" por el convenio colectivo del sector, que dejará de estar vigente el próximo 7 de junio, de forma que si no se llega a un acuerdo con la patronal, la comunidad educativa volverá al estatuto mínimo del trabajador.

Pons ha explicado en una rueda de prensa, a la que han acudido también representantes de los sindicatos STEI, USO y FSIE, que aunque deben darse prisa, puesto que el convenio del sector viene con "fecha de caducidad" y existe una "desigualdad" ante la patronal, "que tiene a la legislación de su parte", no van a renunciar a conseguir un convenio digno para los trabajadores.

Por su parte, el secretario general del STEI, Paulí Aguiló, ha advertido además de que no se conoce la "consecuencia exacta" de que desaparezca el convenio, ya que no existen precedentes de una situación similar, por lo que ha apuntado que el resultado final dependerá de las "voluntades de la patronales".

Ante esta situación, los cuatro sindicatos han propuesto impulsar un convenio colectivo autonómico, además de otro que se está negociando a nivel nacional, para asegurarse de que los trabajadores quedarán protegidos y han recogido firmas en defensa de esta iniciativa, que entregarán en la Sede de Educación y Gestión el 18 de diciembre.

Aguiló ha detallado que con la reforma laboral existe un "peligro inminente" de perder los derechos adquiridos "en los últimos 30 años", por lo que el STEI decidió llegar a un acuerdo con el resto de sindicatos para establecer un convenio autonómico "más cercano a la realidad de Baleares".

"Las patronales establecen condiciones de salida impresionantes", ha manifestado el secretario general del STEI, que ha apelado a la "sensibilidad" de los directivos autonómicos para conseguir llegar a un acuerdo.

En ese sentido, Pons ha afirmado que la "escalofriante" reforma laboral ha puesto a "toda la clase trabajadora debajo de las patas del caballo de la patronal" y ha lamentado que aunque probablemente la negociación "irá mal", si no se lleva a cabo "será peor".

El secretario general de la enseñanza concertada de USO, Ismael Alonso, ha dicho que "es positivo" que el profesorado quede protegido tanto a nivel estatal, como autonómico, y ha anunciado que antes del día 7 de junio se realizarán acciones "bastante serias", ya que está convencido de que antes de esa fecha conseguirán un "híbrido" que contemple los intereses de ambas partes.

Alonso ha advertido de que, si no les dan posibilidades de negociar, ni ningún convenio fructifica, se llegará a "un punto muy caliente".

También ha apoyado el convenio autonómico la representante de la FSIE Pilar Santiesteban, que ha abogado por mejorar la situación de los profesionales del sector.

Por su parte, el sindicato de la escuela católica EiG no ha participado en la negociación del convenio autonómico, alegando que como ya existe uno estatal, "hay concurrencia", algo que consideran ilegal, aunque Pons ha afirmado que la ley prevé la existencia de más de un convenio.

Respecto a la nueva Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), todos los representantes han dicho que han presentado alegaciones, no solo por el contenido, sino por la tramitación, que se ha realizado "sin el consenso de la comunidad educativa y a través de un decreto ley".

Aguiló ha reprobado que no se haya tenido en cuenta la opinión de los profesionales del sector, algo que a su parecer, puede provocar que la Ley se retire con el cambio de gobierno, creando, de nuevo, "incertidumbre" entre los trabajadores.

"Es una imposición continua, no se puede funcionar a base de decreto ley", ha proseguido el líder del STEI, que ha afirmado que se está utilizando la crisis para gobernar de manera "impositiva", mientras que Alonso ha ironizado diciendo que esta "puede ser la única reforma educativa que tenga en contra a todo el sector".

En la misma línea, Pons ha criticado que el Gobierno central tenga "la obcecación de molestar a todo el mundo", algo que ha dicho que "tarde o temprano les explotará en la cara", porque la situación actual ha trasladado a la población a volver a luchar por todo lo que se pactó después de la muerte de "un señor llamado Franco".