"Voy a matar a esa zorra", dicen que dijo Stella McCartney al enterarse de que su ex madrastra, Heather Mills, a quien nunca tragó, había filtrado a la prensa unos papeles de divorcio que acusaban al ex Beattle de haber maltratado a Linda, su madre.

Tan contundente frase ocupa la portada de The News Of The World. Dicen que Paul McCartney tuvo que sujetar a su hija para que se calmara. La exquisita diseñadora, que está embarazada, había perdido los nervios. Y le subió la tensión.

"Te dije que era una perra. ¿Por qué te casaste con ella?. Desde el primer día ha sido una manipuladora. La zorra no estará contenta hasta que nos destruya a nosotros y los recuerdos de nuestra madre".

Según el tabloide, Stella McCartney y Heather Mills se cayeron mal desde el principio y, después de la boda, en 2002, hicieron un pacto para no cruzarse la una en el camino de la otra.

La pregunta es: ¿Cómo la prensa consigue tener acceso a detalles tan íntimos sobre semejante familia? La respuesta es obvia: Todo vale cuando está en juego el reparto de una fortuna estimada en más de 1.200 millones de euros.

Las filtraciones interesadas son un arma como otra cualquiera a la hora de ganar un juicio , al menos ante la opinión pública.

Las pretensiones económicas de Heather superan los 385 millones de dólares.

Paul McCartney ha mantenido las formas hasta ahora, pero la salida de tono de su hija puede haber sido utilizada convenientemente para dar a entender cuánto daño le ha hecho Heather. De hecho, ha trascendido que Stella se encuentra bajo cuidados médicos por la terrible subida de tensión provocada por el disgusto.

Por último, el periódico afirma que Mills negocia actualmente una entrevista con las cadenas de televisión BBC y ITV para contar su versión de la historia, al estilo de lo que hizo la princesa Diana al fracasar su matrimonio con el príncipe Carlos.

La tregua del cumpleaños

Sin embargo, el pasado sábado Paul y Heather celebraron el cumpleaños de su hija, Bea. Fue una tregua momentanea antes de la avalancha de basura que se avecina. A pesar de todo hubo momentos de tensión, y la ex pareja mantuvo en todo momento una prudente distancia de seguridad.

La palabra bitch (zorra o puta en castellano), se ha convertido en uno de los vocablos favoritos de la saga McCartney. Según el tabloide, mientras el ex Beatle jugaba con su hija en brazos, Mills, que actualmente filma todos sus encuentros con la prensa, increpó a un fotógrafo que quería sacar una instantánea y le dijo: "Voy a llamar a un asesino para que te mate, eres la escoria del mundo".

Unos minutos más tarde, según el mismo periódico, el principal colaborador de McCartney, John Hammell, espetó al mismo fotógrafo: "No saques fotos de Paul, sólo de esa maldita perra".