Una de las mejores noticias desde entonces vino el pasado día 17, cuando Adif contrató las obras de la valla. Pero el camino fue fácil.

Los primeros pasos que dio fue llamar a Renfe y Adif, pero se dio contra un muro, ya que no reconocían el fallo de que este paso no estuviera protegido.

Carta a la Reina

Ante esta negativa, optó por acudir a la Casa Real y mandó una carta a la Reina. «Me contestó muy amable, pero dijo que no podía hacer nada, que me pusiera en manos de la Justicia», relata. Y allí envió otra misiva, donde la pedían confianza.

No sabe las llamadas que ha podido hacer en este tiempo. Harta de que la dieran largas, se fue a Madrid y no se marchó hasta que la recibió el subdirector general de Fomento, Eduardo Molina, a quien planteó el problema. Le dijo que haría lo que pudiera y le puso en contacto con el director de Adif, Alfonso Ochoa. «Los dos se han portado muy bien y se han esforzado por solucionar el problema. Me tienen al día  de todos los pasos», comenta.

Pero no se detiene. Ahora le queda otra lucha, la judicial, con dos causas abiertas, una contra Adif, por no tener protegida la vía donde falleció su hija, y otra contra el 112, porque tardaron demasiado en llegar.

Entre tanto, también ha creado una asociación en memoria de su hija, para tratar de hacer un centro juvenil en Santovenia que evitará que vayan a las vías, y apadrinar niños, «lo que Alicia quería», apunta su madre.