Las obras de carretera de Fuerteventura se mantienen para el próximo año con más de 18 millones

Las obras de carretera de Fuerteventura se mantendrán el próximo año, cuando contarán con más de 18 millones de euros para su desarrollo.

Las obras de carretera de Fuerteventura se mantendrán el próximo año, cuando contarán con más de 18 millones de euros para su desarrollo.

Así lo ha confirmado este viernes el consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial del Gobierno canario, Domingo Berriel, al presidente del Cabildo, Mario Cabrera, así como al vicepresidente insular, Blas Acosta, y a la consejera insular del área, Edilia Pérez.

Al respecto, Berriel explicó que a la dotación en los presupuestos de 2013 para las dos vías que se construye en la isla, hay que sumar los anticipos que han recibido las empresas constructoras para actuaciones como el acopio de maquinaria y material, lo que amortizarán el próximo ejercicio, según informó el Cabildo de Fuerteventura en nota de prensa.

Asimismo, indicó que la carretera entre La Caldereta y Corralejo ya se ha ejecutado en un 73 por ciento, por lo que se dará continuidad a las obras con la amortización de 7 millones de euros recibidos en anticipos, que se añadirán a los 110.000 euros consignados en las cuentas autonómicas para 2013.

Respecto, a la carretera en el sur de la isla, los trabajos se centran actualmente en el asfaltado de la vía de servicio en el tramo entre La Lajita y Costa Calma. De esta forma, una vez finalizado los mismos se procederá a abrir la carretera al tráfico rodado para poder acometer la construcción del tronco principal.

Esta obra está ejecutada en un 26,4 por ciento, para lo que el Gobierno de Canarias "ha conseguido la asignación de fondos FEDER", disponiendo actualmente de una asignación presupuestaria de 3,5 millones para 2013, a los que hay que añadir casi 7,3 millones de anticipos.

Por su parte, el presidente insular, Mario Cabrera, trasladó a Berriel y su equipo, la preocupación existente en la isla en torno a la continuidad de las obras del eje Norte-Sur y que desde el Cabildo, recordó, se ha solicitado que continúe la ejecución de las autovías "a buen ritmo y en el menor tiempo posible".

De todos modos, Cabrera consideró que "la garantía de que va a haber financiación es, en cualquier caso, positiva", ya que aseguró "entender las dificultades que ha supuesto para todos los recortes que ha impuesto el Gobierno español en materia de infraestructuras".

Al respecto, Berriel se refirió a la necesidad de acudir a mecanismos de financiación alternativos, tales como los fondos europeos, ante el recorte de la partida presupuestaria del Estado en 2012 y la prevista para 2013, que "suponen una merma en la dotación para las carreteras canarias de 291 millones de euros en sólo dos ejercicios".

Y es que el consejero canario recordó que de los 207 millones de euros previstos en 2012, sólo se recibieron 68,45 millones, mientras que para 2013, para el que estaban programados otros 207 millones, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) fijan una partida de poco más de 54 millones de euros.

Añadió que el Gobierno de Canarias ya ha iniciado los trámites para acudir a la vía contencioso-administrativa contra el Estado porque "no tiene sentido un recorte tan drástico, impuesto de forma sorpresiva y unilateral", cuando en 2012 el presupuesto del Estado para el área de carreteras "aumentó un 24 por ciento y en 2013 se incrementa la dotación para otros medios de transporte, inexistentes en Canarias, como son los trenes de alta velocidad".

De todos modos, indicó que el Gobierno de Canarias ha hecho un "importante esfuerzo presupuestario para lograr una financiación alternativa", que permita mantener en la medida de lo posible el desarrollo de la red viaria de las islas, que genera unos 4.400 empleos directos y 12.000 indirectos.

Finalmente, reconoció que "aún así, resulta extremadamente complicado mantener el ritmo de construcción en todas" las obras, por lo que se han establecido criterios objetivos para distribuir los "escasos recursos disponibles", primando las obras que solventarán problemas de seguridad, así como evitar la paralización de estructuras singulares que pudieran afectar a su estabilidad, durabilidad y que pudieran suponer sobrecostes importantes en su reinicio.

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