Con el otoño, llega uno de los momentos más temidos por los madrileños: las facturas del Inpuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la tasa de basuras y otros impuestos municipales se acumulan en el buzón. Hasta noviembre, los contribuyentes tienen tiempo para pagar sus impuestos al Ayuntamiento de forma voluntaria. Sin embargo, muchos madrileños se pasan de plazo, bien por falta de dinero, bien por un intento de evadir sus obligaciones o simplemente por despiste.

Desde el momento en que se acaba el periodo de pago voluntario, quienes no han abonado el importe se convierten en morosos para el Consistorio. Y no son pocos: la tasa de morosidad tributaria en la capital alcanza al 15,09% de los recibos  emitidos (es decir, una de cada siete facturas no se pagan a tiempo), según la Memoria de la Agencia Tributaria de Madrid, correspondiente a 2011, el último ejercicio fiscal cerrado.

Ese porcentaje de morosidad equivale a un total de 891.597 recibos, contabilizando el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el de Actividades Económicas (IAE), el de vehículos (conocido como 'numerito' del coche) y la tasa de basuras. En dinero, estos impagos le suponen al Ayuntamiento una pérdida inicial de 183,2 millones de euros (el 12,6% del importe que se debería cobrar).

El mayor agujero de ingresos se encuentra en el tributo de vehículos. En 2011, los impagos en periodo voluntario llegaron al 25,4% de las facturas del numerito (un total de 442.345 propietarios de vehículos). De hecho, cada vez son más los madrileños que se escaquean. "En este tipo de impuestos no podemos hablar de fraude; normalmente se dejan de pagar por olvidos y, cada vez más, por necesidad. La gente establece prioridades y antes que dejar de pagar el IBI prefieren saltarse el de vehículos, porque son cantidades menores", explica Carlos Cruzado, experto en gestión tributaria y presidente de Gestha.

En los últimos tres años, está creciendo la morosidad en el IAE, el impuesto que pagan los negocios (ya se retrasan en el pago el 16,8% de las empresas o autónomos). "Aquí es evidente el azote de la crisis. Son sobre todo pymes con falta de liquidez y tienen que elegir entre pagar al banco, a sus trabajadores o al Ayuntamiento. Normalmente, optan por retrasar sus impuestos", apunta Cruzado. Aunque, el experto advierte: "Es arriesgado dejar de pagar impuestos. Al final te los acaban cobrando con creces y se puede llegar hasta el embargo".

Cuando un contribuyente no paga en su plazo, el Ayuntamiento inicia el procedimiento de cobro ejecutivo. En ese momento, la Agencia Tributaria emite una "providencia de apremio". Si el contribuyente paga su impuesto antes de que se le notifique, se le impondrá un recargo del 5% del impuesto. Pero si le llega la carta certificada, el recargo se eleva hasta el 10%. Al final, si no paga ni siquiera tras el apremio, el Ayuntamiento cobrará el 20% adicional y pedirá al juez el embargo de las cuentas bancarias, las viviendas o el sueldo del moroso.

Pedro (58 años, de Villaverde Alto) y su mujer llevan más de dos años en paro. Cada mes, en su casa solo entran 426 euros del subsidio y "a veces, 200€ que nos dan nuestras dos hijas para que salgamos del paso y no nos corten la luz". Su drama personal no acaba ahí: "Están intentando desahuciarnos, no podemos pagar la hipoteca, y estamos negociando a la desesperada con el banco", dice Pedro.

Y ahora le ha llegado la puntilla: acaba de recibir las facturas del IBI y de la tasa de basuras, por un importe de 356,10 euros. Pero él lo tiene claro: "No lo pienso pagar. No puedo, es imposible. Si no tengo casi ni para comer, ¿cómo pretende la alcaldesa que pague ese dineral? Hago esfuerzos para pagar la luz, el agua y el gas; si no, me lo cortan, así que no tengo elección: antes que dejar de comer o  quedarme sin luz, prefiero no pagar el IBI", reivindica Pedro.

También se queja del subidón del IBI: "Este año me ha subido un 10%. ¡Es una burrada con la situación social en que está el país! El año pasado conseguí pagar los impuestos, con dificultades, pero los pude pagar. Pero con un 10% más, no puedo". Pedro es consciente de que el Ayuntamiento lo intentará obligar a  pagar, pero no le importa: "No sé qué me van a embargar, si no tengo nada".

Último día de pago voluntario

Los madrileños que hayan olvidado pagar sus impuestos deben darse prisa si no quieren entrar en la lista de morosos del Ayuntamiento. Este viernes, 30 de noviembre, finaliza el periodo de pago voluntario de los principales impuestos: el IBI, el IAE y la tasa de basuras. También acaba el plazo para la tasa de Ocupación de Vuelo, Suelo y Subsuelo, que se cobra a quienes hacen obras en la vía pública. La excepción es el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (numerito), cuyo plazo de cobro voluntario ya finalizó el 31 de mayo.

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