Biólogos de la UN participan en el hallazgo de nuevas especies de artrópodos en las cuevas del Maestrazgo (Teruel)

Los colémbolos hallados pertenecen a uno de los grupos de animales más antiguos de la tierra

Los biólogos Rafael Jordana y Enrique Baquero, profesores de la Universidad de Navarra, han participado en el hallazgo de tres nuevas especies de colémbolos, en las cuevas del Maestrazgo (Teruel). En el descubrimiento de estos diminutos artrópodos, pertenecientes a uno de los grupos de animales más antiguos de la tierra, han colaborado científicos de la Asociación Catalana de Bioespeleología.

Las cuevas del Maestrazgo (Teruel) están en una región de la Sierra Ibérica dónde la fauna está muy poco estudiada. Se trata de un lugar muy aislado, ya que su altitud media está entre 1.550 y 2.000 metros y su clima se puede describir como "casi extremo" -desde 40°C hasta 25°C bajo cero-. En el interior de las cuevas las temperaturas se mantienen más constantes, entre 5 y 11°C.

Según explica Enrique Baquero, "estudiar la fauna de estas cuevas permite ampliar el conocimiento de la biodiversidad". "En el caso de las tres nuevas especies de colémbolos que hemos encontrado en Teruel, son organismos que viven aislados del exterior desde hace miles de años. Al tener 'parientes' en superficie funcionan como reliquias del pasado que han sobrevivido a los cambios climáticos ocurridos en el exterior".

Para estos científicos, es fundamental estudiar las adaptaciones al medio cavernícola de las nuevas especies animales que se encuentran en las cuevas. "Los colémbolos, como otros animales adaptados a las cuevas, necesitan una mayor sensibilidad química, ya que no pueden usar la vista en ausencia de luz", indica el profesor Baquero quien, junto con Rafael Jordana, se encargó de realizar el trabajo taxonómico.

Estos animales son artrópodos del grupo de los hexápodos (seis patas), grupo paralelo al de los insectos, del que se diferencian -por ser más primitivos- por la ausencia de alas, la estructura de la boca, la presencia de tubo ventral y frecuentemente por la presencia de "furca saltadora" (un apéndice impar del abdomen que les sirve para impulsarse lejos de cualquier peligro), según ha informado la UN en un comunicado.

Un trabajo de campo en condiciones extremas

Las tres nuevas especies descritas en la investigación que publica la revista Zootaxa pertenecen a grupos muy distintos, separados filogenéticamente unos de otros. Se han denominado como Pygmarrhopalites maestrazgoensis, P. cantavetulae y Oncopodura fadriquei. Los investigadores también encontraron en las cuevas ejemplares de otras cinco especies ya descritas en otras cuevas. El hallazgo de los animales lo realizaron espeleólogos dirigidos por Floren Fadrique, de la Asociación Catalana de Bioespeleología, que entraron en las distintas cuevas, en condiciones muy duras de frío, humedad y falta de luz.

"Los animales se capturan poniendo trampas, que son pequeños botes con distintos líquidos, a las que acuden los animales en busca de alimento, quedando atrapados hasta que los espeleólogos vuelven a por ellos. El profesor Jordana y yo recibimos las muestras recogidas por los espeleólogos y realizamos la identificación de los ejemplares", concluye Baquero.

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