Arte de las mujeres entre rejas

Reclusas de la cárcel de Alcalá inauguran una exposición en homenaje a Picasso.
Picasso, excusa de la muestra (M. C.).
Picasso, excusa de la muestra (M. C.).
Picasso, excusa de la muestra (M. C.).
Estaba emocionada. Tanto, que lloró durante el acto de presentación de la muestra. Es Josefa Varela, más conocida como La Rubi. Tiene cuatro hijos y 48 años, aunque dice que su corazón es el de una jovencita de 20. Lleva casi un año en prisión. «Estaba enganchada y robaba. Ése fue mi delito», explica la reclusa. Entre rejas, La Rubi ha participado en el programa Porque yo lo valgo, dirigido a las reclusas maltratadas. También en el taller de pintura.«Mi picasso es demasiado. Las clases me han servido para valorar más la vida. He aprendido a tener paciencia, a pintar, a llevar el pincel y a hacerlo todo con mucho cariño», afirma Josefa Varela, una de las artistas que participan en la exposición Homenaje a Picasso. Contiene 52 obras, la mayoría son pinturas y cerámicas, hechas por las reclusas de la prisión de Alcalá, mujeres con afán de superación, pero poca formación. Puede visitarla hasta hoy en Casa de la Provincia (plaza del Triunfo, 1), de 10.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00 horas.

Laila Benoura. 40 años. Un hijo. «Participar en el taller de cerámica ha sido un orgullo. He aprendido la paciencia y el amor al trabajarla. Lo mejor de estar en esta cárcel es que no voy a salir vacía del centro. Ahora quiero prepararme para, cuando salga, trabajar».

Beatriz Martínez. 33 años. Tres hijos. «Estoy en el taller de madres. Tengo a mi hijo de 20 meses conmigo en una casa dependiente de la prisión. Las clases me han enseñado a valorarme, a ver la vida de otra manera. Jamás me imaginé aquí».

Yoko Akabane. Profesora de cerámica. «Ha sido impresionante, una experiencia enriquecedora. Para ellas y para mí se convirtió en un reto. Son alumnas aventajadas artística y humanamente, pese al fondo que tienen, que es vivir en la prisión.

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