Los cuatro manifestantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) que realizaron un acto reivindicativo en una tienda de Zara durante la marcha obrera que tuvo lugar el pasado 31 de agosto en la capital granadina no serán juzgados por estos hechos como estaba previsto, después de que la multinacional textil haya pedido el archivo de las actuaciones.

Inicialmente estaba previsto que el juicio contra estas personas, a las que se les imputaba una falta de coacciones, otra de desobediencia y una tercera de alteración del orden público, se celebrara el 20 de diciembre en el Juzgado de Instrucción número 1 de Granada.

No obstante, la empresa ha presentado un escrito renunciando a cualquier acción penal y civil en este caso, lo que ha propiciado que la Fiscalía también haya pedido el archivo de las diligencias, según ha explicado a Europa Press el abogado del SAT, Antonio Folgoso.

El fiscal ha pedido además que se dé traslado de esta resolución a la Subdelegación del Gobierno en Granada, según ha añadido Folgoso, que ve "más que probable" que este organismo inicie un proceso sancionador que suponga la imposición de multas para estos cuatro manifestantes y los organizadores de la marcha por alterar el itinerario previsto. Según los datos que baraja el letrado, la cuantía de estas sanciones no suelen superar los 602 euros.

Este acto reivindicativo se llevó a cabo en una de las céntricas tiendas de Zara de la capital granadina al paso de la marcha obrera del SAT por esta provincia, con la presencia del diputado de IULV-CA y alcalde de Marinaleda (Sevilla), Juan Manuel Sánchez Gordillo, y el portavoz del SAT, Diego Cañamero, tras pasar por Jaén, Córdoba y Cádiz.

Según las informaciones que el sindicato trasladó entonces a los medios de comunicación, un grupo de manifestantes se adelantó al ritmo de la marcha y se introdujo en el establecimiento haciéndose pasar por compradores y desplegaron una pancarta de grandes dimensiones en uno de los balcones del edificio comercial con el lema 'Zara Explota".

El portavoz del SAT, Diego Cañamero, explicó a la multitud que se encontraba junto al edifico que esta acción había sido una forma de "señalar" a uno de "los hombres más ricos del mundo", el cual sin embargo "vive en el país europeo donde más penalidades se está haciendo pasar al pueblo".

Unos pocos minutos después, varios efectivos de la Policía Nacional se colocaron en las puertas del establecimiento, que había cerrado las persianas con la clientela dentro a la espera de que pasara la marcha, y expulsaron e identificaron a cuatro de los implicados. Desde el SAT aseguraron que habían sido unas quince personas las que llegaron a entrar al local y la mayoría de ellas salieron posteriormente junto al resto de los clientes.

Según señala el diario 'El Mundo', que adelanta la noticia en su edición de este martes, inicialmente también se atribuía a los manifestantes "el supuesto desmayo y posterior caída por las escaleras de una empleada a causa de los nervios que le provocó esta situación", aunque la cadena de ropa ha decidido "retirar todos los cargos".