El responsable de CIG-Banca, Clodomiro Montero, se ha mostrado convencido de que la decisión sobre el recorte de personal en Novagalicia Banco —como exigencia para recibir capital en el marco de la reestructuración financiera— recaerá sobre el Gobierno central y la dirección del banco, y no sobre la Comisión Europea.

Así se ha pronunciado Montero, en declaraciones a Europa Press, tras reunirse en Bruselas con el equipo del comité de ayudas a los Estados de la Comisión. En concreto, el encuentro se ha celebrado con los técnicos que llevan el caso de NCG Banco.

Al término, el sindicalista ha resaltado también la constatación, a su juicio, de que el futuro de NCG "ya está definido" y pasa por convertirse en "la sucursal de otro gran grupo bancario español", aún si esta transformación no implica la pérdida de la marca.

De este modo, Montero lamenta que se vaya a producir "la pérdida de una entidad financiera gallega independiente" y advierte de que "lo más importante son los plazos", pues no es lo mismo si la reducción de trabajadores se ha de acometer "en tres meses" o en cinco años, cifra —esta última— que ha citado este lunes el ministro de Economía, Luis de Guindos.

"No nos parece casual que lo diga justo cuando nosotros estamos en Bruselas. La CIG siempre ha venido demandando tiempo para evitar que la reestructuración sea traumática y que haya una gran conflictividad, lo cual no sería bueno", subraya el responsable de CIG-Banca.

"romper con la dinámica de las ayudas"

Acompañado al principio de la reunión por la eurodiputada del BNG Ana Miranda, el portavoz de la organización sindical ha mostrado ante los técnicos la preocupación de los trabajadores por la previsión de nuevos recortes de personal, después de los más de 2.000 realizados en NCG desde la fusión de las dos cajas gallegas, Caixa Galicia y Caixanova.

"Les hemos expuesto que seguir recortando no es positivo ni desde el punto de vista laboral ni desde el punto de vista de la empresa, pues las ayudas que ya recibieron los bancos han estado condicionadas a restricciones comerciales y recortes de personal que lo que han llevado es a la pérdida de depósitos y a la necesidad de nuevas ayudas", resalta Montero. "Entendemos que hay que romper con esta dinámica", incide.

No obstante, según ha comentado Montero, los técnicos argumentan que esta nueva fase de la reestructuración del sistema financiero español cuenta con "una nueva pata" que es el conocido como 'banco malo' y señalan que con la sociedad de gestión de activos tóxicos "se va a romper la dependencia de las ayudas".

"recortes no asumibles"

Frente a esto, la CIG ha insistido en que NCG "no puede seguir asumiendo recortes en Galicia" y que "no se pueden cerrar oficinas cuando dan servicio a población que, sin ellas, quedaría excluida".

A raíz de las informaciones publicadas en las últimas semanas por 'Expansión' y este mismo domingo por el diario 'El País', que fijan en unos 2.000 despidos los requerimientos de Europa para NCG, Clodomiro Montero indica que no dan "por buena" la cifra.

Además, según lo que le han trasladado los técnicos este lunes, "la decisión de poner una cifra encima de la mesa" no será de ellos sino del Gobierno central y de la propia entidad. "Incluso amenazar con aplicar la reforma laboral pura y dura nos parece más propio del Gobierno y de la entidad", subraya el sindicalista.

Así las cosas, la CIG llama la atención sobre "la importancia de los plazos" y de "hablar de los grandes criterios", como "que no se toque la red en Galicia, que es solvente y rentable".

Pese a todo, cree que el miércoles, cuando se dará a conocer el documento oficial con las exigencias a las entidades nacionalizadas, "parcialmente" se sabrá que el futuro de la entidad gallega pasa por ser "franquicia de un gran banco español". "El Gobierno central trabaja para ello", denuncia Montero.