El conjunto portuario de Valleseco (Tenerife) obtiene la declaración BIC como Sitio Histórico

El Gobierno de Canarias ha aprobado el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural (BIC) el conjunto de muelles, almacenes, varaderos y el puente del barranco de Valleseco de la capital tinerfeña.

El Gobierno de Canarias ha aprobado el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural (BIC) el conjunto de muelles, almacenes, varaderos y el puente del barranco de Valleseco de la capital tinerfeña.

La declaración de este conjunto de instalaciones portuarias como BIC se justifica por constituir uno de los escasos y valiosos ejemplos de ingeniería industrial que se conservan en Tenerife, ostentando desde ahora la categoría de Sitio Histórico.

Este complejo portuario, no sólo muestra un aceptable estado de conservación, salvo el almacén más antiguo, sino que constituye la prueba de la importancia histórica que desempeñó el puerto de Santa Cruz de Tenerife como punto de aprovisionamiento de combustible para las grandes rutas transoceánicas protagonizadas por embarcaciones a vapor, todo ello en el momento álgido de la expansión imperialista, especialmente británica.

Por su relevancia histórica y por la singularidad del complejo industrial, no cabe duda alguna de la necesidad de su preservación garantizada, a partir de ahora, mediante la declaración de BIC, informa el Ejecutivo canario en una nota.

Red viaria

El entorno de estas instalaciones también se encuentra bajo protección, delimitándose hasta la totalidad de los elementos patrimoniales existentes en la desembocadura del Barranco de Valleseco, utilizando como límites la red viaria que lo circunda.

Se incluye una franja de protección alrededor de los inmuebles y elementos que conforman el complejo, con el fin de preservar su contemplación, sin que surjan nuevas construcciones que devalúen su imagen.

De esta manera se podrán prevenir los posibles impactos que en el futuro se generen como consecuencia de los proyectos de rehabilitación del litoral, que deberán armonizar con la conservación de estos valiosos elementos de nuestro patrimonio industrial.

A raíz de la introducción de la navegación de vapor y de la expansión ultramarina de los imperios europeos —especialmente, el británico— a partir de mediados del siglo XIX, el puerto de Santa Cruz de Tenerife se convirtió en una escala obligada para los navíos que se dirigían al continente americano, a las colonias africanas o que doblaban el Cabo de Buena Esperanza en dirección al Océano Índico.

El suministro del carbón necesario para tan largas travesías propició la aparición en la rada santacrucera de instalaciones privadas orientadas a esta labor de aprovisionamiento. Fueron promovidas por compañías locales y extranjeras, entre las que destacan Hamilton & Co, Cory Brothers o Elder Dempster.

Asimismo, el complejo portuario de Santa Cruz dispuso desde mediados del XIX de diversos varaderos destinados a la construcción y botadura de pequeñas embarcaciones —goletas, balandras o gabarras— así como para las reparaciones de los barcos de las grandes compañías transoceánicas, también dedicadas al carboneo.

En la desembocadura del barranco de Valleseco se instalaron desde el último cuarto del siglo XIX almacenes y depósitos de carbón, junto a muelles de carga, varaderos y maquinaria. Las magníficas condiciones naturales del lugar, la facilidad para el trasvase de la materia prima y la proximidad a la ciudad, propiciaron la elección de Valleseco como depósito de carboneo y de reparación de buques, sin interferir en las operaciones de carga y descarga de pasajeros y mercancías de los muelles principales.

Las construcciones que integran el complejo

Muelle de Hamilton & Co., construido hacia 1876, es la estructura más antigua de las conservadas del que sólo ha pervivido parte de la escollera artificial, dispuesta sobre un saliente natural de la costa. Esta infraestructura ha desaparecido como consecuencia de la construcción de la vía de servicio del puerto. No obstante, aún se conservan las ruinas de los antiguos depósitos, emplazadas en el cauce del barranco entre la carretera nueva y antigua.

Almacenes y muelle de Cory Brothers se construyen en 1912 y se caracteriza por su relativo desarrollo longitudinal, con escalera de acceso desde el mar y valla protectora. Construido mediante la acumulación de bloques de gran tamaño y rematado por un aplacado de piedras y cemento, su superficie todavía conserva los raíles por los que los vagones transportaban el carbón hasta las barcazas de carga desde los tres almacenes carboneros.

De los tres almacenes, sólo se conservan dos, uno rehabilitado por Felipe Hogdson en 1993 y el otro por Valentín Leiva en 1995. El tercero y más alejado de la línea de costa fue demolido en 1997 al haber sido afectado por las obras de construcción de la vía de servicio del puerto.

Además, se conservan los dos diques que delimitan y contienen el antiguo varadero de la compañía, así como el propio varadero, aunque muy transformado y sin conservar la antigua caseta de maquinaría.

Compañía alemana

Muelle de la sociedad 'Depósitos de Carbones de Tenerife' fue construido en los años 20 del siglo pasado por esta filial de una compañía alemana, y se caracteriza por tratarse de una estructura de madera que facilitaba su desmontaje en caso de emergencia.

Además, el conjunto incluye el puente de Valleseco, integrado en el antiguo camino a San Andrés y Taganana, construido en cantería y con tres amplios ojos apeados sobre gruesos pilares enclavados en el cauce. Data de la primera década del pasado siglo y surgió ante la apertura de la cantera La Jurada y la necesidad de transportar la piedra para la construcción del dique exterior del muelle.

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