Médicos de aquí van a clases para aprender a dar las malas noticias

Un sindicato pide que les ayuden a desarrollar ese campo en la carrera. Dan apoyo psicológico a la familia de los niños de Vila-real.
¿Cómo le dices a una madre que su hijo de tres años ha muerto y que la vida de su bebé de 12 meses pende de un hilo? Ese dilema se planteó el domingo en La Fe, donde fueron trasladados dos hermanos que se habían quemado al incendiarse un coche en Vila-real.Los médicos se enfrentan un día sí y otro también a estos trances. La Conselleria, a través de la Escuela de Estudios para la Salud (Eves), les ofrece cursos para aprender a dar las malas nuevas. Esta ayuda, para los profesionales, es insuficiente.

El encargado de informar a los familiares de que las cosas no han ido bien siempre es el médico que atiende directamente al paciente, para preservar la confidencialidad. Si su turno ha terminado, el que se queda de guardia o el responsable del servicio apechuga con el marrón: «Usan su sensibilidad y sus habilidades sociales para decir siempre la verdad con la mayor claridad, no hay un protocolo», cuentan desde el sindicato médico Cesm.

La Eves les oferta cursos voluntarios que enseñan a ponerse en el lugar del otro, pero los profesionales abogan porque se incluya esta formación en la carrera «si el médico se va a dedicar a la asistencia», matizan.

Centros como La Fe aconsejan las clases de la Eves a sus intensivistas, coordinadores de trasplantes.... También da ayuda psicológica a las familias que la necesiten (la de los niños la tiene) y, si proceden, tranquilizantes.

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Blindan la sala y piden alarmas

El Cesm apoya que las consultas médicas tengan botón de seguridad como las joyerías y que sea una institución la que denuncie las agresiones (para evitar represalias). En ese sentido, el Colegio Médico de Valencia ha asumido el caso del anestesista agredido por el padre de los dos niños de Vila-real. La Fe ha puesto dos vigilantes en la sala de estar de la UCI y cuentan los colegas que quienes atienden al crío que sigue hospitalizado están acongojados. El agresor ha pedido perdón.

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