El jurado considera culpable al acusado de matar al dueño de la cervecería Carvi

El Tribunal del Jurado encontró este miércoles culpable por mayoría al acusado de matar al propietario de la cervecería Carvi, en Gijón, en marzo de 2010. Los miembros del tribunal popular encontraron a J. A. L. L. culpable --siete votos a favor, dos en contra-- de un delito de asesinato con alevosía, tal y como sostenía la Fiscalía de Área de Gijón.

El Tribunal del Jurado encontró este miércoles culpable por mayoría al acusado de matar al propietario de la cervecería Carvi, en Gijón, en marzo de 2010. Los miembros del tribunal popular encontraron a J. A. L. L. culpable —siete votos a favor, dos en contra— de un delito de asesinato con alevosía, tal y como sostenía la Fiscalía de Área de Gijón.

Según ha informado Fiscalía, tras el veredicto del jurado, será el magistrado presidente del Tribunal quien imponga la cuantía de la condena.

La Fiscalía solicita para el acusado una pena de 18 años de prisión y que indemnice a la pareja del fallecido, con la que convivía, con 50.000 euros, y a su hermano con 60.000 euros.

El Ministerio Público sostiene que, sobre las nueve y veinte de la mañana del 4 de marzo de 2010, el acusado, entró en la cervecería Carvi, ubicada en la calle Ezcurdia de Gijón, donde estuvo tomando unas consumiciones en compañía del dueño del local, Juan Carlos Roces Gómez, dos camareros y clientes que se encontraban en su interior. Permaneció allí hasta las diez y media.

Poco antes de las doce del mediodía, el acusado regresó a la cervecería, que se encontraba cerrada al público. Únicamente permanecía dentro el propietario, que le abrió la puerta. Así, J. A. L. L. entró en el establecimiento y estuvo un rato charlando y tomando unas consumiciones en compañía de Juan Carlos Roces.

También realizó varias llamadas a prostitutas desde el teléfono fijo del bar y desde su propio móvil. Salió del local hacia la una menos veinte de la tarde para recargar su teléfono en un quiosco de la calle Emilio Tuya, según ha informado la Fiscalía.

Sobre la una menos diez, el acusado volvió a la cervecería y, en un momento determinado, hacia las 01.00 horas, "sin que conste el motivo y con la intención de acabar con la vida de Juan Carlos Roces, el acusado cogió un cuchillo o un instrumento similar que se encontraba en la barra del bar, de aproximadamente 12 centímetros de largo por 2,5 de ancho", según el relato del ministerio público.

A continuación, "de forma inesperada, se lo clavó con gran fuerza a Juan Carlos Roces Gómez, cuando éste se encontraba sentado de espaldas". La víctima "no tuvo ninguna oportunidad ni posibilidad de defenderse debido al sorpresivo y súbito ataque efectuado por el acusado". Le asestó 19 puñaladas, tres en la cara lateral derecha del cuello y 16 en la parte posterior del cuello y parte alta del tórax posterior.

Tras el crimen, el acusado abandonó el local, dirigiéndose a su casa a comer con sus padres. Al día siguiente adquirió un billete aéreo con destino a Tenerife, a donde se marchó el 19 de marzo. Allí permaneció hasta el 24 de junio, fecha en la que fue detenido por la Policía e ingresado en prisión provisional.

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