Los Premios al Voluntariado Social distinguen a M. Virtudes Carrasco y la Asociación de Voluntarios Mayores Emeritenses

El Consejo Extremeño del Voluntariado Social ha decidido conceder los Premios Extremeños al Voluntariado Social 2012 a María Virtudes Carrasco Fuentes, por una trayectoria de más de 30 años de altruismo, y a la Asociación de Voluntarios Mayores Emeritenses, por su perseverante trabajo para paliar la soledad de las personas mayores.

El Consejo Extremeño del Voluntariado Social ha decidido conceder los Premios Extremeños al Voluntariado Social 2012 a María Virtudes Carrasco Fuentes, por una trayectoria de más de 30 años de altruismo, y a la Asociación de Voluntarios Mayores Emeritenses, por su perseverante trabajo para paliar la soledad de las personas mayores.

La comisión de valoración de estos galardones se ha reunido este miércoles en Badajoz bajo la presidencia del director general de Política Social y Familia, Juan Bravo, según informa el Gobierno extremeño en una nota de prensa.

En el encuentro, además de decidir el fallo de esta edición, se ha avanzado en los trabajos encaminados a la aprobación de la Estrategia del Voluntariado de Extremadura.

Los Premios Extremeños al Voluntariado Social tienen como fin reconocer a las personas físicas o jurídicas que participan o desarrollan programas o acciones de voluntariado social en la región y se hayan distinguido de modo extraordinario en esta parcela.

Supone un reconocimiento público del Gobierno de Extremadura a los galardonados, mediante la entrega de una placa conmemorativa y un certificado en un acto institucional, que se celebrará el próximo 3 de diciembre en Cáceres.

Compromiso con los más vulnerables

Entre las candidaturas presentadas a la categoría individual, la comisión de valoración ha elegido la de la extremeña María Virtudes Carrasco Fuentes, por su "intenso" compromiso con colectivos vulnerables a lo largo de sus treinta años de trayectoria como voluntaria, en los que ha trabajado con jóvenes, mujeres y, fundamentalmente, con personas enfermas de leucemia y otras enfermedades de la sangre.

Comenzó su andadura como voluntaria en los grupos de jóvenes de la Parroquia de San Fernando de Badajoz, organizando grupos de teatro, campamentos y dinámicas de grupo.

Posteriormente, y durante diez años, desarrolló su voluntariado en el Teléfono de la Esperanza y en Amnistía Internacional, también en la capital pacense.

Desde 1996 volcó todo su esfuerzo en la Asociación para la Donación de Médula Ósea de Extremadura (ADMO), de la que es fundadora, su compromiso se acentúa al haber padecido esta enfermedad en primera persona.

Acompañamiento a los mayores

Por su parte, la Asociación de Voluntarios Mayores Emeritenses ha sido galardonada en la modalidad colectiva por su "perseverante" trabajo para mejorar la calidad de vida de las personas mayores y paliar su soledad.

Sus voluntarios acompañan a los mayores en sus domicilios o en los centros residenciales, así como cuando acuden a una consulta médica o a actividades de ocio, y también les ayudan a tramitar pequeñas gestiones.

En concreto inició su andadura en 1992 con un grupo de siete socias del Centro de Servicios Sociales de Mérida y en la actualidad cuenta con 40 voluntarios.

Por otra parte, en la reunión de este miércoles la comisión permanente del Consejo ha decidido encargar un estudio para conocer la realidad del movimiento del voluntariado, que servirá de base para la futura Estrategia del Voluntariado de Extremadura, que marcará las acciones a desarrollar en los próximos años.

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