Los trabajos para exhumar los restos de una niña enterrada en febrero de 1966 en el Cementerio de Alicante, en un caso denunciado por la familia como un presunto supuesto de bebé robado, han sido suspendidos este miércoles ante "la dificultad para localizar el lugar exacto del enterramiento", según fuentes de la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) en Alicante.

Una delegación encabezada por el fiscal, un forense y un arqueólogo, junto a la familia de la fallecida, ha iniciado a las 9.00 horas las pesquisas para tratar de localizar el lugar exacto de la fosa común del camposanto en el que fue depositada la caja con los restos.

No obstante, el "largo tiempo pasado" y los cambios en la urbanización interior del cementerio llevados a cabo desde 1966, han impedido al padre recordar el punto en el que fue enterrada su hija, según las mismas fuentes.

El progenitor, que fue el único que en su día estuvo presente en el enterramiento, tampoco ha podido recordar detalles del féretro que permitieran distinguirlo del resto, por lo que, tras casi tres horas, el fiscal ha optado por suspender la búsqueda, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

No vieron el cuerpo

La niña nació el 11 de febrero de 1966 en el Hospital General de la capital alicantina, y según el relato de los denunciantes, el mismo día de su alumbramiento fueron informados de su fallecimiento, sin que se les permitiera ver el cuerpo de la niña.

Esta iba a ser la tercera exhumación en fosa común proyectada en el Cementerio de Alicante, y este jueves se practicará otra más con el mismo carácter, que por expreso deseo de la familia se llevará a cabo con total privacidad, según han indicado fuentes de Anadir.

Así mismo, en el curso de la investigación por presuntos bebés robados ya se han realizado una decena de exhumaciones en nichos en la provincia de Alicante, según han indicado las mismas fuentes judiciales.