Vicente Guarner, el joyero de 60 años que sufrió un asalto el pasado 2 de noviembre en su establecimiento de la localidad valenciana de Benigànim, ha fallecido este lunes por la noche como consecuencia de un infarto tras las emociones sufridas, según han informado fuentes familiares. La víctima, casado y con dos hijos, tenía la tensión alta.

El asalto ocurrió por la tarde del 2 de noviembre cuando dos hombres accedieron al local y amenazaron y amordazaron al joyero, al que llegaron a inyectar un líquido amarillo, según el relato de la propia víctima a los medios.

Los supuestos asaltantes entraron al local armados con pistolas para intimidar, golpear y amordazar a Vicente, y lograron sustrajer diversas joyas del establecimiento. Posteriormente, huyeron a pie por la localidad aunque uno de ellos fue detenido por un agente de la Policía Local que se encontraba en la zona y al que infundió sospechas mientras que el otro fue arrestado dos días después. El primer detenido llevaba en una mochila la totalidad de las joyas sustraídas, que fueron recuperadas.

Según las investigaciones realizadas por la Guardia Civil, las pistolas utilizadas en la comisión de los hechos eran de aire comprimido. A los detenidos se les imputa un robo con violencia e intimidación y lesiones.

Las imágenes del asalto al establecimiento, captadas por una cámara de seguridad, reflejaron la violencia del robo. El propio joyero explicó que en el Hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva le hicieron un análisis toxicológico de sangre para determinar el líquido que le habían inyectado, en el que no se detectó ningún elemento sospechoso. Fue él mismo quien se pudo quitar la jeringuilla clavada.

"sospechaba un poquitín"

"Me están pegando, amenazando, me piden dinero y las joyas", relataba el afectado, que narraba que los asaltantes habían entrado en la joyería con la excusa de comprar un reloj y una sortija, y que no los quiso dejar solos durante más de cinco minutos porque "sospechaba un poquitín". Tras el asalto, les prometió que no saldría de la tienda en 20 minutos pero los ladrones regresaron y le dejaron a oscuras. Pudo desatarse y corrió detrás de ellos hasta que vio un coche de la Policía Local a quien alertó de lo ocurrido. "Policía me han robado", alertó.