Una red de senegaleses se ha encargado de introducir en Italia a más de un millar de subsaharianos llegados en cayucos a Canarias, sobre los que pesa una orden de expulsión que el Gobierno español no ha podido cumplir, informa El País.

Los inmigrantes eran trasladados por esta red a la estación barcelonesa de Francia, en el centro de la ciudad, para ser embarcados en un tren con destino a Milán.

Esta operación se repetía tres veces por semana; martes, jueves y domingo. En ocasiones, hasta 100 subsaharianos embarcaban en el mismo tren.

La policía italiana devolvió hace 15 días a 54 de estos inmigrantes que fueron detenidos al bajar de uno de estos trenes.

Nadie los quiere

Sus órdenes de expulsión demuestran que han llegado a Barcelona desde Málaga, Murcia y Madrid; algunos directamente de Canarias.

El aviso italiano a España provocó que la policía instalase controles en la estación barcelonesa.

"A los rumanos y bulgaros sin papeles se les deja pasar, porque entrarán en la UE muy pronto, pero a estos (refiriéndose a los senegaleses) no los quiere nadie" aseguró una de los agentes.