Frigoríficos, sofás, puertas y cientos de vehículos flotaban ayer como si fueran balsas por las calles de Sabarís. Los vecinos aseguran que «nunca había pasado una catástrofe de esta magnitud» en el barrio.
Tampoco los vecinos del lugar de Vilardesuso, en Oia, daban crédito. El río Serraseca lo arrasó todo: fincas, fachadas enteras de casas y animales de granjas sepultados bajo toneladas de escombros.
Todo perdido
Modesta Samuelle. Alimentación Urbano.
Esta vecina de Sabarís asegura que no es la primera vez que se inunda el barrio y que ya lo denunciaron «varias veces» sin que nadie hiciera nada al respecto. Sin embargo, reconoce que esta vez ha quedado «todo destrozado, inservible al cien por cien».
Ernesto Alonso. Vecino de Sabarís
Se levantó ayer a las ocho y media y fue a comprar el pan «tan normal como siempre». Una hora después se deslizaba sobre el fango de las calles y colaboraba «con todo lo que tengo a mano» para limpiar la zona.
Flora e Inés. Vecinas de Viladesuso (Oia)
Recuerdan que hace 29 años hubo una riada, «pero no tuvo nada que ver con esta desgracia». Alrededor de sus casas, cubiertas de lodo, se ven árboles, garajes y fincas arrasados por la potencia del caudal del río Serraseca.
Urbanismo incontrolado
Los vecinos de Sabarís lo tienen claro. Las inundaciones provocadas por crecida del río Groba son el fruto de una mala planificación urbanística en la zona. Por allí pasa la carretera principal que hace entrada en Baiona –un vial construido casi un metro por encima de las casas del barrio– que, debido a que las vías de evacuación son insuficientes, bloquea la salida de aguas al mar y actúa como una presa. Además, la construcción de inmuebles en el antiguo cauce del río intensificó el desastre.
Otras tres comunidades del norte están en alerta
Las incesantes lluvias y las rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora están afectando a todo el norte de la Península. Junto con Galicia, las comunidades de Castilla y León, Asturias y Cantabria están en alerta a causa del temporal.
Protección Civil, basándose en los datos del Instituto Nacional de Meteorología, ha pedido a los conductores que circulen por estas regiones que reduzcan la velocidad, extremen las precauciones y no detengan el vehículo en zonas por las que discurra gran cantidad de agua.
También en el sur
La intensa lluvia que cayó por la mañana en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva) provocó muchos problemas en la línea férrea Huelva-Frenegal de la Sierra (Badajoz), que tuvo que ser cortada. Además, fue cerrada la carretera nacional 433 (Sevilla-Lisboa), aunque por la tarde se reabrió al tráfico. En la sierra onubense, los Bomberos realizaron 20 salidas. C. C.
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