Hacer el gamberro está de moda. Y a los vigueses no les va a quedar más remedio que acostumbrarse a despertar una mañana cualquiera y comprobar que el portal de su garaje ha sido el blanco escogido para plasmar una ‘obra de arte’. O a bajar la basura y toparse con el contenedor de su calle completamente calcinado.El vandalismo en la ciudad, según los datos de la Policía Local y los Bomberos, se ha convertido en un verdadero deporte para los habituales de las madrugadas, sobre todo, en fines de semana. Durante el pasado año, los agentes municipales realizaron 5.020 intervenciones relacionadas con actos vandálicos en el casco urbano vigués, la mayor parte de ellos provocados por jóvenes y en calles del entorno de O Calvario, Cabral, Coia y As Travesas.