La causa parece estar en la falta de precipitaciones, que provoca que la poca agua que hay en esta zona del río se quede estancada en bancos de arena donde crecen poblaciones de algas que eliminan el oxígeno de las charcas y terminan por asfixiar a los peces.Ésta fue la versión que ofreció ayer el delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, después de que los técnicos se desplazaran el sábado a revisar el lugar donde se produjo la mortandad.
Ante lo ocurrido, Medio Ambiente decidió pedir ayuda a los pescadores para abrir la zona estancada, permitiendo que el 60% de los peces volvieran al mar y se salvaran. El resto estaba moribundo y sin fuerzas para regresar a su hábitat.
Trillo aseguró que hoy se procederá a la retirada de los ejemplares muertos para su traslado a un centro incinerador autorizado. Además, ha solicitado con urgencia a Costas que elimine la acumulación de arena de la desembocadura del río hasta que lleguen las lluvias.
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