El presidente del Consejo de Graduados Sociales de Valencia, Ricardo Gabaldón, considera un "avance" la nueva reforma laboral, pero ha advertido de que "quizá" ha llegado "demasiado tarde". "Hacía falta, pero hoy en día la realidad es muy tozuda y no hay ese tráfico para que las empresas funcionen", ha dicho.

Gabaldón se ha pronunciado en estos términos en declaraciones a los medios de comunicación tras asistir a la inauguración del VIII Encuentro entre el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales de España, que tiene lugar este jueves y mañana en la Ciudad de la Justicia de Valencia.

La inauguración ha estado presidida, entre otros, por el conseller de Justicia y Bienestar Social, Jorge Cabré; la presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), Pilar de Oliva; y el presidente del Consejo General de Graduados Sociales, Javier San Martín.

Por su parte, Gabaldón, quien también ha asistido al acto, ha dado unas pinceladas sobre esta reforma laboral a los medios de comunicación. Ha explicado que los Graduados Sociales están teniendo un nivel de conflictos "muy altos" dentro de los despachos profesionales, y éstos les ocupan "bastante tiempo".

Muchos de los conflictos suelen acabar con el despido del trabajador y con insolvencias empresariales que "luego derivan en prestaciones por las que se tiene que recurrir al Fogasa, también con excesiva carga burocrática y temporal". Así, un trabajador que pueda ser despedido hoy —ha dicho— "puede que no cobre parte de la indemnización hasta dentro de dos años y medio o de tres".

Así, preguntado por si considera justa la reforma laboral, ha comentado que "fue un avance en su momento" por la flexibilidad interna de la empresa, algo que, a su entender, "hacía falta". Pero ha lamentado que "quizá ha llegado demasiado tarde". Al respecto, ha comentado que la realidad es "muy tozuda" y "no hay generación de empleo, no hay tráfico de empresas, no hay riqueza y, por lo tanto, la gente no tiene este tráfico que haría falta para que las empresas funcionen. Esto deriva en el despido del trabajador y, a veces, en el cierre de la empresa", ha dicho.

También ha comentado que la sensación que tiene la gente con esta reforma, es que las empresas te pueden despedir con 20 días de indemnización, pero este precepto "ya estaba contemplado anteriormente, ya estaba previsto".

Por su parte, Javier San Martín ha explicado, respecto a la reforma laboral, que es "optimista". Considera que las empresas "empezarán de nuevo a crear y dar empleo una vez que empiecen a recuperar productividad y vayan por la senda del crecimiento", aunque también piensa que es una ley "que ha llegado tarde": "si se hubiera aprobado hace cuatro o cinco años hubiera generado menos trauma que ahora", ha aseverado.

Conferencia inaugural

El magistrado de la Sala IV del Tribunal Supremo, Fernando Salinas, ha comenzado su intervención aludiendo a la "difícil situación" de reflexionar sobre 'El nuevo Derecho del Trabajo' tras "una jornada de huelga general convocada contra la reforma laboral".

Salinas ha hecho referencia a la situación en el ámbito del derecho social tras promulgarse la Constitución de 1978: "las primeras sentencias constitucionales recayeron en temas tan trascendentes como la declaración de nulidad radical de los despidos con vulneración de derechos fundamentales o en materias relativas a la igualdad y no discriminación".

El magistrado ha explicado que en la actualidad, las normas en materia social deberían interpretarse partiendo de su excepcionalidad derivada de un derecho de crisis: "dando más fuerza, si cabe, en su interpretación y aplicación a los expuestos principios y valores constitucionales, para facilitar el inmediato retorno a nuestro alabado sistema de relaciones laborales basado en el "diálogo social" entre Asociaciones empresariales y Sindicatos fuertes, responsables y democráticos", ha dicho.