EL CNIE plantea ubicar su sede en otra parcela en Miramon, más pequeña que la propuesta inicialmente, para 2015

Identificar los mecanismos moleculares que hacen que las células envejezcan será una de las líneas de investigación del centro
La viceconsjera Olga Rivera y la investigadora María Blasco
La viceconsjera Olga Rivera y la investigadora María Blasco
EUROPA PRESS
La viceconsjera Olga Rivera y la investigadora María Blasco

El Patronato del Centro Nacional de Investigación en Envejecimiento (CNIE) se ha planteado una segunda opción para ubicar en 2015 su sede en una nueva parcela, más pequeña que la propuesta inicialmente, con el objetivo de reducir costos en su construcción ya que el canon de suelo sería menor y, además, se reserva una parcela contigua a coste cero.

Este nuevo espacio podría albergar los 4.500 metros cuadrados necesarios para su primera fase, tras la reducción de su presupuesto anual a cinco millones de euros, una décima parte de lo presupuestado inicialmente", y de su plantilla de las 500 personas previstas inicialmente a 60. Para ello cuenta, cuenta con una partida comprometida del Gobierno vasco de 6,5 millones de euros. El Ejecutivo recuperaría la mitad de esa cantidad a través de los fondos Feder.

La viceconsejera de Calidad, Innovación e Investigación Sanitaria del Departamento de Sanidad del Gobierno vasco en funciones y presidenta de la Fundación, Olga Rivera, la presidenta del Comité Asesor Científico externo del CNIE, María Blasco, y el gerente del centro, Agustín Izagirre, han ofrecido una rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos adoptados en la reunión del Patronato de este jueves.

La viceconsejera en funciones ha explicado que ya se ha lanzado la recogida de las muestras biológicas que van a constituir la base de investigación de este centro. De este modo, se firmará un convenio con Osakidetza y con el biobanco vasco, Biodonostia, para esta tarea.

Rivera ha detallado que, a la vez, se va a seguir avanzando en la definición de los proyectos de investigación "que permitan comprender mejor cuáles son los marcadores de envejecimiento de la población, cómo se relaciona eso con su ritmo de envejecimiento y cómo resolverlo a través de diferentes estrategias de tratamiento". En ese sentido, va a haber unos primeros proyectos en colaboración con el CNIO y con el Albert Einstein Institute.

El CNIE, que tendrá que empezar a funcionar en instalaciones provisionales en Biodonostia y algunas oficinas del Parque Tecnológico, cuenta con un pronóstico de 60 investigadores para 2016, 4.500 metros cuadrados de superficie para investigar y un proyecto de potencial crecimiento hasta 2020 de 20.000 metros cuadrados, por lo que "evidentemente va a necesitar un edificio".

El Patronato se plantea ahora llevar a cabo el proyecto en dos parcelas diferentes del Parque Tecnológico de Miramón de San Sebastián y va a lanzar los contratos arquitectónicos necesarios para la opción de parcelas más pequeñas, que podría crecer en una segunda fase hasta los 14.000 metros cuadrados, y "tomar una decisión rápida de aquí al próximo mes".

"mecanismos moleculares"

Por su parte, María Blasco ha recordado que las previsiones son que en el año 2050 más o menos el 30 por ciento de la población tendrá más de 65 años, lo que supone "un reto socio-económico y político" para los países. Además, ha apuntado que el envejecimiento es "el mayor factor de riesgo para desarrollar cualquier enfermedad, incluido el cáncer o las enfermedades neurodegenerativas".

Por ello, ha considerado que la misión del CNIE es "encontrar los mecanismos moleculares para garantizar un tiempo de vida libre de enfermedad más largo", cuestión que ha considerado "muy adecuada y pionera".

Blasco ha señalado que será el nuevo director general del centro quien tenga "mucho que decir" sobre las líneas de investigación que se seguirán, aunque ha apuntado que algunas de ellas están "muy claras desde el punto de vista científico en las que "se trabaja mundialmente ahora mismo", como la identificación de los mecanismos moleculares que hacen que las células envejezcan, el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas basadas en el conocimiento y descubrimiento de esos mecanismos para incidir en "el retraso y la prevención de enfermedades".

"El envejecimiento es la causa de la enfermedad y, por lo tanto, si se consigue controlar, retrasar o paliar el proceso de envejecimiento, lo que ya sabemos desde un punto de vista molecular, genético, es que eso retrasa todas las enfermedades asociadas al envejecimiento", ha subrayado.

El Comité Científico asesor está compuesto por "nombres de excelencia" con profesionales como la propia directora del Centro Nacional de Investigación en Oncología (CNIO), María Blasco, el director del Centro Nacional de Investigación en Cardiología (CNIC), Valentín Fuster, la subdirectora del centro de envejecimiento del Albert Einstein de Nueva York, Ana María Cuervo, o el catedrático de Nutrición José María Ordovás José Ordovás.

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