Moscas del vinagre, nuevas gladiadoras en miniatura

Los machos de esta especie convertidos en pequeños boxeadores. Ése es el resultado de una investigación que pretende averiguar qué y cómo se enfadan estas moscas, según informa The New York Times.
Dos moscas peleándose. (The New York Times)
Dos moscas peleándose. (The New York Times)
The New York Times
Dos moscas peleándose. (The New York Times)
Cual púgiles, los machos de esta especie son capaces de pelearse por comida o por las hembras. Sin embargo, esta agresividad va desapareciendo, generación tras generación, cuando las moscas son criadas en laboratorio.

Esta circunstancia ha llevado a dos biólogos, Herman A. Dierick y Ralph J. Greenspan,  del Instituto de Neurociencias de San Diego, a preguntarse si era posible recuperar esa característica.

Y parece que lo han conseguido.

El sistema empleado fue elegir a los machos que luchaban con más fuerza y convertirlos en los padres de la siguiente generación para recompensarlos.

Esperar cinco generaciones

Los biólogos tuvieron que esperar cinco generaciones para descubrir que los machos de la mosca del vinagre eran 30 veces más agresivos que los de las moscas de la fruta.

¿Cómo los genes crean circuitos para controlar la conducta?

Para poder medirlo, establecieron un sistema de puntuación.

Dierick les cortó la cabeza a 100 machos las molió y valoró los cambios en la actividad de sus genes cerebrales.

Del total de 14.000 que tenían, en unos 80 hubo cambios en la actividad en comparación con las moscas de la población original.

El objetivo ahora es averiguar cómo los genes crean circuitos para controlar la conducta y así llegar a entender qué enfada tanto a las moscas como a las personas.

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