China tema que el empeoramiento de la crisis nuclear provoque un éxodo masivo de ciudadanos norcoreanos al gigante asiático, aunque oficialmente no lo reconoce.

Por el contrario, dicen que el fin de las obras "es mejorar la gestión y las condiciones de control, y asegurar el bueno orden de las fronteras", según declaraciones de su ministro de Exteriores, Liu Jianchao, recogidas por El País.

Aunque también se especula con que a China le preocupa especialmente esta frontera porque teme que, de cara a una futura unificación coreana, la actual Corea del Sur plantee una nueva demarcación limítrofe: con un muro de hormigón la actual frontera quedaría más clara.

La frontera común de China y Corea del Norte es un tratado secreto que no fue llevado ante la ONU, por lo que un tercer país, como es el caso de Corea del Sur, no está obligado a reconocerlo.

Pese a que Liu dice que este proyecto llega desde la década de 1990, ha trascendido que las obras se están acelerando con la crisis de las pruebas nucleares.

China controla mucho a los refugiados norcoreanos, pues en los últimos años han existido varios casos de pedido de asilo en embajadas extranjeras en China, como fue el caso de la española.

Tras la realización de una prueba nuclear, la ONU impuso sanciones a Corea del Norte, que consideró las mismas como "una declaración de guerra".