Las farmacias valencianas han acordado el cierre patronal indefinido de una de cada tres farmacias a partir del 5 de noviembre como protesta por los impagos de la Generalitat Valenciana, que les adeuda cerca de 500 millones de euros.

Así lo han confirmado fuentes del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, que esta noche ha celebrado una asamblea a la que han asistido alrededor de 600 colegiados y donde se ha acordado "casi por unanimidad" el cierre de las oficinas, por turnos rotatorios, hasta que se abone el importe total de la deuda.

Según han puesto de manifiesto durante la reunión, la "situación extrema de liquidez" que afrontan las farmacias de la Comunitat Valenciana "hace imposible el normal abastecimiento de medicamentos para atender a la población".

La Generalitat se comprometió a abonarles antes del 31 de octubre 118 millones de euros correspondientes a una mensualidad a cargo de un anticipo del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), cantidad que les ha sido abonada este martes.

No obstante, según los farmacéuticos, la deuda total supera los 500 millones de euros y se incrementa en tres millones "cada día que pasa", los almacenes de distribución de medicamentos "también han agotado sus recursos y no dan más crédito" y los bancos "tampoco prestan dinero" a las farmacias.