Francisco Sancho dice que "la mejor prevención es no recolectar setas si no se está seguro si son comestibles"

El director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Sancho, ha asegurado que "la mejor prevención es no recolectar setas si no se está seguro si son tóxicas o comestibles".

El director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Sancho, ha asegurado que "la mejor prevención es no recolectar setas si no se está seguro si son tóxicas o comestibles".

Sancho ha trasladado esta recomendación con motivo de la actual temporada de setas y la aparición en mayor medida de una seta tóxica llamada "Lepiota brunneo-incarnata", que puede aparecer en zonas de céspedes de parque y zonas urbanas.

La dirección general de Salud Pública del departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia del Gobierno de Aragón ha recordado una serie de consejos para prevenir las posibles intoxicaciones provocadas por el consumo de especies tóxicas.

La "Lepiota brunneo-incarnata" prolifera solo algunas temporadas porque requiere condiciones meteorológicas poco usuales como mucha humedad o el retraso en la llegada del frío. La intoxicación por este hongo de aspecto engañoso por su parecido a los champiñones silvestres empieza a notarse a las 6-8 horas de la ingesta y los síntomas son fuertes dolores gastrointestinales, vómitos y diarreas.

"Aunque al cabo de unas horas los síntomas remiten, es importante acudir a urgencias porque puede provocar problemas graves en el hígado" advierte Francisco Sancho.

Así, ha señalado que para cerciorarse de la procedencia de las setas, una buena forma de resolver dudas es acudir a las sociedades micológicas, pues éstas facilitan ayuda y conocimientos científicos para la identificación de los ejemplares. Asimismo, ha informado de que en Aragón no se ha producido ningún caso de este tipo.

Consejos de recolección y consumo

Entre los consejos que han señalado figura escoger sólo las setas de especies comestibles conocidas que presentan un buen estado de conservación y que se puedan identificar con seguridad. Ante dudas o desconocimiento de una especie hay que abstenerse de recolectarla y sobre todo de consumirla.

Comprobar una a una su identidad porque es frecuente que especies tóxicas y comestibles muy parecidas compartan en muchos casos aspecto, hábitat y época de fructificación.

Rechazar los ejemplares rotos, así como setas envejecidas, inmaduras o parasitarias. El consumo de setas que crecen en cunetas, zonas industriales, setos y parques de las ciudades o en suelos enriquecidos con abonos químicos es sumamente peligroso debido a la facilidad que tienen los hongos para acumular metales pesados. Por lo que se recomienda que no sean ingeridos los ejemplares recolectados en estas zonas.

Transportar las setas en un cesto rígido y aireado para evitar la fermentación. Conservarlas preferentemente en el frigorífico. Es recomendable el consumo de setas cocinadas, puesto que algunas son comestible cuando se han cocinado y en cambio pueden resultar tóxicas si se consumen crudas o poco cocidas.

Tener en cuenta las prescripciones individuales en elaboración y consumo de determinadas especies como por ejemplo el Coprinus Atramentarius (seta entintada) que no puede ser consumida junto con bebidas alcohólicas porque provoca una serie de síntomas cardiovasculares, entre los que se encuentran una intensa dilatación de los vasos sanguíneos con enrojecimiento de la cabeza y cuello.

Consumirlas lo antes posible puesto que la mayoría se alteran rápidamente y no tomar setas en cantidades excesivas dada su poca digestibilidad y no consumir las setas si previamente han dado intolerancia.

Falsas creencias o mitos

Desde la dirección general de Salud Pública del departamento de Sanidad, Bienestar Social y Familia del Gobierno de Aragón insisten en que hay un buen número de falsas creencias que se deben rechazar en cuanto a la comestibilidad de las setas.

Así, señalan que no es cierto que todas las setas que crecen en los tocones de los árboles sean comestibles o que las venenosas ennegrecen las cucharillas y monedas de plata. También rechazan que las setas mordisqueadas o con gusanos sean comestibles, la toxicidad de las que azulean al corte y que las que cuentan con un olor y sabor agradable se puedan ingerir.

A la hora de cocinarlas, aseguran que las setas venenosas no pierden su toxicidad hirviéndolas y desechando el agua de cocción ni tampoco cocinándolas con vinagre y sal. Igualmente, destacan que no todas las setas que crecen en los prados, zonas soleadas o arenosas, son comestibles, ni todas las que crecen en zonas sombrías y fangosas son tóxicas.

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