El Ayuntamiento de Pamplona ha recibido el Premio Endesa a la 'Promoción no residencial más sostenible' por la Escuela Infantil de la Milagrosa. El acto de entrega del galardón tuvo lugar este pasado jueves en la sede de la Fundación Tapies de Barcelona y recogió el premio el director del área de Proyectos, José Ignacio Alfonso.

A estos galardones, que alcanzan su sexta edición, se presentaron 77 proyectos repartidos entre las cuatro categorías, la mayor cifra de todas las ediciones, según ha informado el Ayuntamiento de Pamplona en una nota.

Además del recogido por el Consistorio pamplonés, se otorgaron premios a la 'Promoción inmobiliaria más sostenible', que recayó en la promotora Patronat Municipal de L'Habitatge de Barcelona; a la 'Promoción residencial más sostenible' que fue para una construcción de Bullas (Murcia) y a la 'Rehabilitación inmobiliaria más sostenible', galardón con el que fue reconocido el Ayuntamiento de Tudela.

Según el jurado, se reconoció el edificio de la Milagrosa por "la integración de la urbanística de la construcción en el entorno, con la cubierta ajardinada que evita el efecto isla de calor a la vez que mejora el comportamiento térmico" y, además, por "la utilización de energía geotérmica". El proyecto es obra de los arquitectos Carlos Pereda Iglesias y Óscar Pérez Silanes.

La entrega de premios se celebró en el marco del Salón Internacional Inmobiliario Barcelona Meeting Point y con la colaboración de la Asociación para el Desarrollo de la Casa Bioclimática. El grupo de 14 expertos que componen el jurado ha realizado un "análisis integral de las candidaturas, teniendo en cuenta, además de los aspectos técnicos, los de marketing y comunicación".

Más de cien niños

La Escuela Infantil de la Milagrosa entró en funcionamiento en el curso 2011/2012 y acoge a más de 100 niños de 1 a 3 años. El centro cuenta con 1.489 metros cuadrados de superficie útil y 639 metros cuadrados de urbanización y patios, y es casi autosuficiente desde el punto de vista energético, ya que aproximadamente el 75 por ciento de la energía térmica que requiere se obtiene del subsuelo a través de 16 pozos geotérmicos.

El proyecto se caracteriza, además, por una solución técnica que tapiza las superficies superiores de los volúmenes con material vegetal y deja entrar luz natural.

La escuela está diseñada en tres módulos de una sola planta, paralelos entre sí, y alineados con las traseras de los edificios del fondo de la plaza. El salto de planos entre los edificios, por el desnivel del solar (entre 3,8 y 1,5 m de altura, según la orientación) permite disponer dos lucernarios para la iluminación natural y aprovechar la orientación Sur del edificio.

Cada grupo de edad cuenta con un módulo y en cada módulo se ubica un aula, un taller, dormitorio, baño, comedor y almacén. Además, existen zonas de acceso, vestíbulo principal con guarda-silletas y un espacio central de 290 metros cuadrados.

El acceso a cada módulo se hace en la zona entre el taller y el almacén, desde donde se va directamente al aula, configurada como espacio principal y central. Tras el aula, se dispone el comedor, comunicado con los dormitorios. Del aula se accede, asimismo, al baño y al taller, totalmente acristalado.

Así, todo el módulo es una unidad visual, salvo en el caso del dormitorio, que se aísla respecto del resto para dotar a los menores de cierta privacidad. Cada módulo tiene su patio independiente.