La Coordinadora de Afectados por Grandes Embalses y Trasvases (COAGRET) ha presentado este jueves, 11 de octubre, un escrito formal al delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, en el que pide su dimisión por la "pésima gestión realizada" en relación con la carga de la Guardia Civil este miércoles en Artieda (Zaragoza) contra un grupo de vecinos concentrados en rechazo al proceso de expropiación de unos terrenos de este municipio para las obras del recrecimiento del embalse de Yesa.

COAGRET ha explicado en un comunicado que estas personas "se oponían pacíficamente a la expropiación", para precisar que "en ningún momento los funcionarios de la CHE realizaron intento alguno de acceder a las fincas afectadas o al pueblo, o de pasar entre los concentrados".

Así, "desde que los vecinos y el resto de los que estábamos allí nos concentramos en el lugar, alrededor de las 10.00 horas, hasta que nos marchamos, una vez retirada la Guardia Civil, sobre las 11.30 horas, en todo momento se mantuvieron en el lugar en que la Guardia Civil se situó, a unos 200 metros de los concentrados", ha precisado el presidente de COAGRET, Valentín Cazaña.

Ha agregado que la Guardia Civil "en ningún momento anunció que intentara realizar un pasillo para que pasaran los funcionarios, sino que simplemente nos exigió que nos disolviéramos, tras lo cual se cargó de forma contundente y sin vacilación, a pesar de que los que estábamos en las primeras filas nos mantuvimos sin movernos del sitio en el que estábamos en ese momento".

Además, "no hubo ningún intento por parte de nadie de violentar a los funcionarios, en primer lugar porque lo más cerca que llegaron a estar es a 200 metros, y, en segundo lugar, porque este tipo de protestas siempre se han realizado de manera escrupulosamente pacífica, ni tampoco contra la Guardia Civil, que cargó de forma gratuita e injustificable, de manera incompatible con un Estado de Derecho".

En este sentido, ha argumentado que "de no haberse producido esta carga, el acto se hubiera saldado sin ningún herido, ni las escenas de pánico que se produjeron, hubiera sido un acto pacífico, como todos los que se han realizado por los vecinos de Artieda en estos 30 años de lucha contra el recrecimiento de Yesa".

Hipotecadas las posibilidades de vida

El presidente de COAGRET sostiene en la misiva enviada al delegado del Gobierno en Aragón que los vecinos de Artieda "llevan un buen número de años realizando este tipo de actos pacíficos para defenderse in extremis de unas expropiaciones que hipotecan las posibilidades de vida y de futuro en su pueblo".

Ha añadido que "ayer nos encontrábamos en el mismo escenario; se iba a producir un intento de firma de esas actas de expropiaciones, para los vecinos de Artieda, un acto con una fuerte y grave carga simbólica, pues con él perderían 60 de sus mejores hectáreas de cultivo, pero sin embargo, para el expediente de expropiación un mero trámite, puesto que, de no poder realizarse, la Confederación Hidrográfica del Ebro, y la administración del Estado pueden realizar de oficio, sin más, las expropiaciones".

Por eso, ha apuntado, "cuál fue nuestra sorpresa, cuando comprobamos la presencia de unidades antidisturbios", que "dio paso a la incredulidad cuando vimos como formaban y se iban acercando a un grupo de ciudadanos sin ninguna actitud violenta".

Cazaña ha manifestado que el operativo se retiró tras la firma de un acta de no comparecencia por parte del alcalde de Artieda, "que ni tan siquiera sería necesaria para poder continuar con las expropiaciones, de la misma manera que ya ha ocurrido en otras ocasiones, en las que se ha firmado ese acta, sin que se haya producido ninguna carga ni incidente alguno".

Finalmente, ha opinado que "tampoco en esta ocasión era necesario un operativo como el de ayer, helicóptero incluido, con el enorme coste económico que ello supone al erario público".