La organización Ekologistak Martxan ha advertido de que "queda mucho por limpiar" tras el hundimiento hace una década del buque Prestige en las costas gallegas, por el que "no se sentarán en el banquillo" sus principales responsables políticos. Asimismo, ha lamentado que continúa habiendo chapapote enterrado en los arenales y fondos marinos, y ha asegurado que, mientras persista el actual modelo de desarrollo, se pueden volver a producir hechos similares.

En una rueda de prensa en Bilbao, ha recordado que el próximo 13 de noviembre se cumplirán 10 años desde que el petrolero "se partió en dos, provocando una marea negra de 77.000 toneladas de fuelóleo" frente a Galicia, que se extendió también por Asturias, Cantabria, Euskadi y varias regiones francesas, y que provocó la solidaridad de "miles de personas" para limpiar "esa masa negra y viscosa de playas y acantilados, frente a la pasividad de las administraciones responsables".

La organización ecologista ha destacado que este décimo aniversario coincidirá con el inicio de un proceso penal por delito ecológico, en el que "los principales responsables políticos no se sentarán en el banquillo", pese a que el "cúmulo de mentiras e incompetencias" que se dio "agravó las consecuencias de uno de los mayores desastres ecológicos que se recuerdan".

Según ha explicado, en el proceso penal, que comenzará el próximo 16 de octubre en A Coruña, están imputados el capitán del petrolero y dos de sus oficiales y el entonces director general de Marina Mercante, José Luis López Sors, "único representante de la Administración acusado".

De este modo, ha criticado que "los principales responsables políticos están fuera del banquillo", entre los que ha citado al expresidente del Gobierno, Jose María Aznar, al ex vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a los exministros de Pesca, Miguel Arias Cañete, Fomento, Francisco Alvárez Cascos, y Medio Ambiente, Jaume Matas, así como el exdelegado del Gobierno español en Galicia, Arsenio Fernández, el expresidente de la Xunta, Manuel Fraga, y el responsable entonces de Conservación de la Naturaleza de la Xunta, García Bobadilla.

La organización vasca ha denunciado, que diez años después, "algunos de ellos siguen en puestos de máxima dirección política, notablemente Mariano Rajoy y Miguel Arias Cañete, sin haber asumido cuota de responsabilidad ni coste alguno por el gravísimo daño que contribuyeron a causar e incrementar con sus decisiones".

Asimismo, ha subrayado que aún sigue quedando chapapote enterrado en los arenales y fondos marinos, que actúa como "un contaminante con efectos crónicos sobre estos ecosistemas".

Aunque la capacidad de recuperación de la costa gallega permitió "superar la fase aguda de la contaminación" en plazos relativamente cortos, ha alertado de que "las consecuencias han seguido afectando al medio ambiente y diversos estudios indicaban que la acumulación en las cadenas alimentarias de productos tóxicos podía afectar a algunas poblaciones de fauna de forma más grave que la propia mortalidad directa".

No hay estudios "serios"

Ekologistak Martxan ha señalado que, en la actualidad, la falta de estudios "serios" y de un seguimiento "adecuado" a medio y largo plazo impiden conocer "el alcance total y real de la catástrofe". "Lo que sí se sabe es que siguen permitidas o toleradas muchas de las prácticas que condujeron a la catástrofe del Prestige y que causan fenómenos periódicos de contaminación marina", ha insistido.

Del mismo modo, ha apuntado que, mientras el modelo de desarrollo siga basado en el consumo de "ingentes cantidades de petróleo", el "inacabable tráfico" de petroleros podrá volver a producir tragedias como la del Prestige.