Una joven confirma que fue detenida y esposada por la Policía tras denunciar el robo de su bolso

Una joven ha confirmado su denuncia contra dos agentes de la Policía Nacional de Sevilla por sendos delitos de lesiones y contra la integridad moral, pues sostiene que fue a denunciar el robo de su bolso a la comisaría ubicada en la Alameda de Hércules y terminó esposada, detenida y lesionada.

Una joven ha confirmado su denuncia contra dos agentes de la Policía Nacional de Sevilla por sendos delitos de lesiones y contra la integridad moral, pues sostiene que fue a denunciar el robo de su bolso a la comisaría ubicada en la Alameda de Hércules y terminó esposada, detenida y lesionada.

Fuentes del caso han informado a Europa Press de que la joven ha acudido este lunes al Juzgado de Instrucción número 20 a ratificar la denuncia interpuesta en su día, todo ello dentro de unas diligencias en las que permanecen imputados los dos policías nacionales referidos, quienes el pasado mes de marzo negaron los hechos y aseguraron que "usaron la fuerza mínima para reducirla" después de que le quitara la placa a uno de ellos.

En estas mismas diligencias, permanece imputada la propia denunciante, según han recordado las fuentes, quienes han señalado que, según ésta, los hechos tuvieron lugar sobre las 00,30 horas del 21 de junio de 2011, cuando le robaron el bolso en un bar de la Alameda de Hércules llamado 'La Guarancha'.

Tras ello, y en compañía de una amiga, acudió a la comisaría para denunciar los hechos, donde fue atendida por un policía que incluso se ofreció a cortar el candado de la bicicleta de la denunciante para que pudiera marcharse a casa.

El agente fue a buscar "algún aparato" para cortar dicho candado, pero "viendo que el funcionario tardaba en regresar" la denunciante se dirigió a dos policías, "uno moreno y otro castaño de ojos juntos", que estaban en recepción "mirando una película, con los pies en alto y comiéndose un bocadillo", por lo que "ante tal aspecto de desocupados les preguntó cuánto tiempo creían que podía quedarle a su compañero para volver".

Ante tal pregunta, el agente "de cabello moreno" le contestó que "él qué sabía", por lo que "ante la mala contestación" la denunciante se dio la vuelta y le dijo a su amiga "ya les vale, podían parar de comerse el bocadillo y atenderme como deben", lo que motivó que los dos agentes "se levantaran, salieran de la habitación de recepción y le gritaran desde atrás '¿qué has dicho?'", utilizando además palabras malsonantes.

Así, la joven "le dijo que no podía hablarle a una ciudadana de ese modo y le pidió el número de identificación", pero el agente "se llevó la mano al pecho, tapando el número y diciendo 'Yo a ti no te enseño nada', tras lo que cogió el número de identificación por una esquina e intentó quitárselo para impedir que pudiera verlo", ante lo que la denunciada, "antes de que se quitara el velcro, lo cogió de la misma esquina de la que él estaba tirando y volvió a pegárselo en el pecho".

"estampada" contra la pared

Según la denuncia, el agente "le cogió por el pelo por detrás y le gritó 'tocar a un policía es atentado', tirándola al suelo", donde "se le echaron encima varios policías nacionales más, recibiendo golpes y pisotones por todo el cuerpo", e incluso "la estamparon contra la pared y la esposaron". Una vez esposada, tres agentes la llevaron a la sala de denuncias, lugar de donde "el policía moreno y el castaño la sacaron esposada".

Tras ello, "y sin decirle a dónde la llevaban, la condujeron hasta el sótano con las luces apagadas" y subieron a un coche en el cual la trasladaron hasta un hospital, donde llegaron "y el policía castaño la esposó con las manos por detrás y la llevó algunos metros con la porra metida por la espalda". Después de llevarla al médico, "volvieron a subirla al coche y, al quejarse de las esposas, el policía moreno se las apretó un poco más".

Así, salieron de Sevilla y, "una vez en las afueras, encendieron una potente luz en la zona de los asientos traseros mientras se fumaban un cigarrillo", para a continuación "tomar una carretera secundaria, sin iluminar, y estar dando rodeos 20 minutos antes de llegar a la comisaría de Blas Infante", donde los policías imputados la condujeron hasta una sala.

"como no te calles te voy a partir la cara"

Allí, "el policía moreno se le quedó mirando fijamente y, al preguntarle la denunciante por qué la estaba mirando así, le dijo 'estoy haciendo la descripción de tu cara, estás muy seria, ¿por qué no me sonríes un poquito y te pones más guapa?', mientras que, "al requerirle varias veces que quería un abogado", el segundo de los agentes le dijo 'compórtate o te voy a meter en la celda con la peor compañía posible'".

Según la denunciante, en una de las ocasiones uno de los agentes "se levantó, golpeando la mesa con las manos, y le gritó 'como no te calles ya te voy a partir la cara, so puta', amenaza ante la que la denunciante se calló". Tras tomarle declaración y filiarla, la llevaron al calabozo y, antes de meterla en el mismo, uno de los policías gritó 'metedla en la celda de las ratas', y concluyó con un 'adiós amiguita'".

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